Bienvenidos a mi diario

Dios los bendiga, tras unos días de no sentirme bien estoy nuevamente para compartir parte de mi día, recuperándome en casa junto a mis niños y esposo, sonriendo por todas las bendiciones recibidas.

_{Mi bebé, mi gran campeón}

Cada día es una nueva experiencia, como madre quiero estar en todas las sesiones de mi bebé, pero por estar enferma mi esposo me reemplazo, pero es algo negativo porque

No hay mejor alarma que la de un bebé y es que el mío se levantó muy temprano, después del primer intento no había otra opción que terminar de salir de la habitación para preparar el desayuno de todos, con mejor salud y fuerzas para consentir a mi familia.

La mañana transcurrió entre estar entretenida en el teléfono, apoyar a Ronniel con sus ejercicios y estimular, recogiendo juguetes y pensando que preparar para el almuerzo.

Realice un encendido para disponer para pañales y comida, la quincena no rindió para muchos alimentos y no tenía nada para resolver.

Mi esposo se encargó de llevar al niño a sus fisioterapias, pero no me quedé acostada, preferible organizar el cuarto que pedía a gritos lo limpiará, después de dos días de estar enferma ya era hora de limpieza.

Al son de la música limpie, reorganice el cuarto buscando dejar fuera del alcance de Ronniel sus zapatos y otros objetos, saqué ropa del bebé que está guardada, busque la que ya le podría quedar para medirle, también arme dos bolsas que son para bendecir a otros niños.

Sin descanso estuve modo mamá activo nuevamente, mis amores llegaron para hacerme compañía, ya Ronny estaba en sus clases particulares y era el turno de mi segundo hijo, se apoderó del cuarto, pero se sentó en su rincón a jugar un rato, sigue sin concentrase en un juguete.

Mis amores jugaban, les decía que no hicieran desorden, pero se unen para ser cómplices, el mayor le daba colita en la silla al otro, inventan y seguirán inventando a medida que crecen; hasta que comenzó mi programa y la paz era necesaria.

Pero antes de tenerla le pedí a Ronald preparar la cena de los tres, porque el bebé ya había comido a su hora y estaba en pijamas para su rutina de dormir, le cante, di un tetero y lactancia para que se quedará rendido.

¡Ahora sí!, seguí pegada a mi televisión viendo la Casa de los Famosos y esperando mi comida, que llegó con amor, una arepa frita rellena para comer y hacer la vídeo llamada con mi sobrina que estaba cumpliendo siete años, mi clon, mi preciosa Reina María.

Cerrando con broche de oro, se trata de una grandiosa visita a una de mis publicaciones, sumando para seguir creciendo.

Fotografías de mi Infinix Zero X Neo