La emoción, en tu caso dolor físico y emocional, es un enviado que viene a traernos un paquete. Aunque nosotros no hallamos pedido nada nos negamos a abrirle. Y nos quedamos detrás de la puerta haciendo como que no estamos. Lo miramos desde la puerta, pero no abrimos. ¿Qué hará el mensajero? Volver una y otra vez para poder entregar ese paquete y hacer su trabajo, de manera que lo necesario para la renovación llega, o se decide. Me encanta tu foto, y disfruté mucho lo aprendido leyéndote, te dejo un saludo fraterno y el deseo de mucho éxito.