Imagen Por: Emma Alejandra

QUERIDO YO

Cuando necesito hablar,
y no hay nadie que me escuche,
tú estás allí.

Cuando quiero llorar,
y no hay nadie que seque mis lágrimas,
tú estás allí.

Cuando recuerdo mis picardías o travesuras,
y no hay nadie que ría conmigo,
tú estás allí.

Cuando me toca tomar decisiones importantes en mi vida,
y no hay nadie que me dé otras opciones,
tú estás allí.

Cuando me decepciono porque algo me salió mal,
y no hay nadie que me dé ánimo de continuar,
tú estás allí.

Cuando siento un amor no correspondido,
y no hay nadie que me abra los ojos,
tú estás allí.

Cuando logro un objetivo,
y no hay nadie que me dé una palmadita en el hombro,
tú estás allí.

Cuando me enojo muchísimo,
y no hay nadie que me calme,
tú estás allí.

Cuando tengo un dolor físico,
y no hay nadie que me cure,
tú estás allí.

Cuando cometo un error,
y no hay nadie que me aconseje,
tú estás allí.

Cuando se me antoja algo,
y no hay nadie que me complazca,
tú estás allí.

Cuando me he sentido inmensamente sola,
y no hay nadie que me acompañe,
tú estás allí.

Cuando me concentro en ser adulta,
y no hay nadie que me recuerde que siempre seré una niña,
tú estás allí.

Te amo infinitamente
y amo profundamente tu manera de ser.
No te cambiaría por nadie,
eres mi mejor compañía,
mi otra mitad.

Le doy gracias a Dios por tenerte siempre a mi lado,
por ser tan especial conmigo.
Amiga, como tú, ninguna.
Simplemente, eres mi Amor Eterno.