Son hermosas las acciones que nos cuenta en esta publicación destinadas a ayudar a los demás. Esos compañeros de trabajo por supuesto que se debieron sentir felices y agradecidos porque alguien como usted se dio cuenta de sus necesidades. Algo similar sucedió con la ropa y su amiga. Ni siquiera sospechaba que esta necesitaba lo que pensaba regalarles a otros, pero que al final fue una gran alegría para ambas. Es lamentable, por otra parte, lo de su tía. Sin embargo, debemos pensar que todo sucede como el destino lo tiene pautado. Éxitos, amiga. Saludos.