¡Tu o tus Padres: quien escogió tu profesión y porque!// @paholags // #Club5050

  El día de hoy estoy por acá para participar en el Concurso Coti-amigo: ¡Tu o tus Padres quien escogió tu profesión y porque! organizado por nuestra compañera @zhanavic69 .

  Este concurso me pareció muy interesante porque me lleva a hacer un paseo por una de las mejores etapas de mi vida y quiero aprovechar la oportunidad para extenderle la invitación a @oneldoors @angelva y @wilmer1988 . Sin más antesala, inicio mi participación.

  Mi vocación universitaria no fue inculcada por ningún miembro de mi familia, es más, ni siquiera por mí misma porque llegué a ella al azar aunque para mí, en realidad fue por orientación de Dios, quien a través de sus caminos misteriosos, me guio hasta llegar al punto correcto.

  Las palabras de mi papá siempre fueron que estudiara lo que considerara ideal para mi, porque él siempre estaría dispuesto a apoyarme en mi formación académica, cosa que hizo desde el día número 1.

  En 2013, mi papá estaba trabajando como asistente de Ingeniería Civil en la Ucab - Guayana; para ese período, estaban construyendo el último módulo y en uno de esos días, luego de terminar mis actividades de labor social, fui para allá con la idea de acompañarlo. Ese día recorrí toda la universidad y entré a los laboratorios de las diversas carreras para conocer más a fondo.

  Al momento de entrar en el laboratorio de Comunicación Social comencé a sentir algo diferente, era muy emotivo porque cada cosa que veía me encantaba pero cuando entré al estudio de TV todo cambió en mi y a partir de ese momento dije que quería estudiar Comunicación Social para especializarme en el área audiovisual.

  Ese mismo día le dije a mi papá que quería estudiar allí porque gracias a la decisión de irlo a visitar en su trabajo, descubrí dónde estaba mi vocación profesional y quería ser una gran fotógrafa. La reacción de mi papá fue abrazarme y decirme que contaba con todo su apoyo. Fue claro al decirme que no iba a ser fácil porque esa universidad es muy costosa pero con el favor de Dios, íbamos a lograr todo con éxito.

  Luego de recaudar todos los documentos y oficializar mi preinscripción, solo me dediqué a esperar con mucha ilusión el primer día de clases. Ese 23 de septiembre de 2013 jamás lo olvido y curiosamente en el salón donde tuve la primera clase, fue el mismo donde tuve mi última clase al finalizar el semestre.

  Comencé creyendo que me iba a especializar en audiovisuales, sin embargo, en el mismo primer semestre, gracias a las clases y prácticas de una materia llamada Comunicación Oral, descubrí que mi madera era para ser pulida en el área del periodismo. Siempre digo que a Yvette Molina, quien fue mi profesora en esa materia le debo el haber encontrado finalmente mi vocación porque ella con sus prácticas me hizo ver el talento que tengo para la escritura y la chispa de impertinencia que solemos tener los periodistas.

  Lo complicado de la carrera en realidad comencé a sentirlo en el 2do y tercer semestre porque en ambos tenía que ver materias que contienen elementos algo complicados para mí porque los números y yo, nunca hemos sido muy amigos que se diga. En esos semestres veía paralelamente Estadística I y Economía I (Primer semestre) y en el 2do vi la continuidad de estas materias.

  Por primera vez lloré en planas clases porque al ver ese montón de números y escuchar hablar a los profesores de puro cálculos, literalmente me bloqueaba. Jamás había sacado un 00 en un parcial y en Economía lo tuve, mientras que en Estadística saqué 02. En esos momentos me sentí frustrada y pensaba que me había equivocado de lugar porque eso no era lo mío; sin embargo, mi papá me hizo ver que era un error y lo único que debía hacer era esforzarme más y practicar con frecuencia los ejercicios.

  Luego de la conversación con mi papá, me dediqué a ver tutoriales en YouTube y solicité clases de ayudantía para poder mejorar en esas materias. Gracias a esas actividades extras, las cosas mejoraron para mí porque aunque no obtuve calificaciones estelares, logré pasar mis materias y siendo sincera, esos 10 que saqué en los 3 parciales en cada materia, son el mayor orgullo para mí porque sentí que vencí un trauma con las materias numéricas. Ahorita no es que me gusten mucho pero, gracias a esa situación, el trauma es un poquito menos.

  Luego del 3er semestre, en cuanto a materias se refiere, todo fue un paseo para mí. Disfrutaba todas las materias y siempre hacía cursos extras para ampliar mi aprendizaje académico. Del mismo modo, fui adquiriendo experiencias y hice excelentes amistades con los profesores. Con varios tuve tanta química que hoy día cuando conversamos decimos que la relación traspasó esa barrera entre alumnos y profesores.

  Varios de ellos me motivaron a hacer cursos de oratoria, locución, redacción periodística y redes sociales. Todos los disfruté tanto que, no me importaba pasar todo el día en la universidad. Llegaba a las 7:00 AM y me iba a las 10:00 PM. Mi papá bromea conmigo diciendo que por poco no me lleva la cama para incluso pasar la noche allá😂😂.

  Conté con los mejores compañeros del mundo. Hice buena amistad con todos y la universidad se encargó de regalarme 4 mejores amigos quienes hoy día les acredito el título nobiliario de hermanos de vida. En clases me divertí muchísimo y sin que me quede nada por dentro, si pudiera vivir nuevamente esa época, la disfrutaría igual porque todo fue fenomenal.

  Haciendo referencia al lado traumático, puedo decir que este estuvo en los costos de la universidad. Cada semestre era un terrible dolor de cabeza donde el temor a no poder continuar costeando la matrícula, siempre salía a relucir. Para poder costear estos gastos, trabajé como Community Manager, cree una cuenta en Instagram donde ofrecía el servicio publicitario, vendí conservas y daba clases de inglés.

  Esto era complicado porque a parte de hacer todo eso, tenía que dedicarle tiempo a la universidad y por supuesto, las actividades extras que hacía pero mi sueño de ser periodista era tan grande que al imaginarme ejerciendo, me llenaba de valor para seguir con mi proyecto de vida.

  Mi carrera estaba pautada para cursarla por 5 años, sin embargo, cuando estaba finalizando el 4to semestre realizaron un cambio de pensum y tuve que cursar un semestre más para poder nivelarme. Ese fue el único atraso que tuve porque a pesar de haber tenido que estudiar cuando se desarrollaron las protestas del 2014 y 2017, gracias a Dios los semestres no se vieron comprometidos y logré terminarlos de forma virtual.

  El día que llené la planilla para la solicitud de grado tenía muchos sentimientos encontrados porque, por una parte me emocionaba mucho ver que había llegado el momento final y faltaba poco para alzarme como Periodista en la República Bolivariana de Venezuela, pero por el otro, no me quería ir de ese lugar donde pasé felizmente 5 años y medios de mi vida. A pesar de estar llenando la planilla, no podía creer que ese paso ya era real porque sentía que hace pocos días estaba comenzando.

  Siempre soñé recibir mi título vestida de zamuro (Con toga y birrete), pero por cosas del destino, no pude llegar al Acto de Grado porque estaba realizando pasantías en mi estado natal (Barquisimeto) Y no fue posible estar presente ese día. Admito que no haber estado ahí aún me arruga el corazón y ese 18 de octubre de 2019, lloré como una magdalena pero, cuando retiré mi título por secretaría algunos días después, sentí una emoción infinita que hoy día cuando recuerdo ese momento, el corazón se me acelera de la misma forma.

  Al momento de firmar el Acta de Grado lo único que pensaba era que, por fin mi rubrica iba a estar en un lugar súper importante y esa sería la primera de muchas firmas especiales que iba a realizar. Otro acontecimiento increíble ese día fue cuando me entregaron el titulo; sentir esa llave es mis manos es algo que no sé explicar con exactitud lo que hubo dentro de mi pero no tengo dudas de que, es la mejor experiencia de mi vida y no la cambio por nada en el mundo.

  Ese día fui con mi papá porque él fue mi principal pilar durante esos 5 años y medio. La primera persona en echarme porras era él. Cuando hablamos de todo lo vivido ese tiempo, le digo que aunque mi nombre sea el que sale ahí plasmado, el suyo también está ahí porque allí hay parte de su sudor y lágrimas por lo que, ese título también le pertenecen.

  En mi familia, la Comunicación Social no es muy común, la mayoría son Educadores, Ingeniero y Contadores; sin embargo, comparto la dicha de tener como colega a un primo quien a pesar de no haber terminado en Venezuela la carrera, se niveló en México y Dios mediante este año obtendrá su título para oficialmente llamarlo colega.

  Comunicación Social es una maravillosa carrera; no me arrepiento de haberme formado en esa profesión y le agradezco a Dios toda su guía. Durante esos 5 años aprendí tantas cosas de mi que al ver la evolución interna que tuve todo ese tiempo, me sorprende bastante porque concluyo que cuando nuestro guía es Dios, logramos todo lo que soñamos.

  Lo único que cae del cielo es agua, ninguna carrera es fácil ya que, todas tienen sus grados de complejidad pero cuando estamos en la correcta, no hay obstáculo que nos detengan. Debemos trabajar por nuestros sueños y ese fue el legado más grande que me ha dejado mi paso por la Universidad Católica Andrés Bello, extensión Guayana.

Las imágenes utilizadas en esta publicación son de mi autoría. Por lo que se refiere a la imagen diseñara, fue recreada por mi en Canva. Los emojis utilizados fueron creados por mi en Bitmoji

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