Qué triste y dolorosa experiencia la de Anabel, gracias a Dios fue totalmente diferente con Maritza.
Excelente participación amigo, y sobre todo llena de sentimiento y aliento para quienes están pasando este proceso como Maritza quién logro superarlo 🙂
Son dos casos que nos inculcan grandes lecciones de vida, pero que no queremos que nadie más pase por esos momentos tan fuertes. Gracias por su comentario, amiga. Saludos.