Cuando confiamos de corazón en Nuestro Padre celestial, se dan los milagros, Maritza le gano la batalla al maligno, es una experiencia muy dura lo vivido con Anabel. Dios tome control de todas las personas sufriendo de este mal.
Cuando confiamos de corazón en Nuestro Padre celestial, se dan los milagros, Maritza le gano la batalla al maligno, es una experiencia muy dura lo vivido con Anabel. Dios tome control de todas las personas sufriendo de este mal.
A Dios siempre nos encomendamos en todo cuanto enfrentamos en esta vida y mucho más en casos tan fuertes como estos. Gracias por su comentario, amiga. Saludos.