De cómo Andripola se encontró con Andriyundi | story

— Tío cuéntanos otro cuento, por fissss... me dijeron mis sobrinas mientras me miraban con ojitos del gato con botas de Pixar.

— Está bien, está bien les dije. ¿Pero de qué vamos a hablar hoy? Se me acabaron las historias.

— De cómo Andripola encontró a Andriyundi, dijeron al unisono. Y nos pusimos a inventar un cuento sobre mascotas.

Andripola ya tenía días enfermita con un refriado que no se le quitaba, su abuelita la había hecho tomar muchas pócimas para mejorarla y nada. Más bien se puso muy mocosa y los mocos le chorreaban por la nariz como leche condensa, no más bien como arequipe (dulce de leche), así de espesos y pastosos eran los mocos de Andripola.

El Doctor solo dijo: manténgala acostada que no se agite, que repose. Pero a Andripola, una niña de apenas seis años, le costaba mucho estarse todo el día encamada, en la cama.

Así fue como al quinto día de estar, reposando. Andripola aburrida, de tanto jugar con sus muñeca y juguetes. Se levantó para salir a divertirse allá afuera, claro sin que su abuelita Misia Gla, se enterara.

Eso sí, para que no la descubrieran buscó el disfraz de peluche que tenía guardado, el que la hacía aparecer un gorila de lo peludo que era.

Pero Andripola no contaba, con que para colmo le agarro una alergia a los peluches, y apenas terminó de disfrazarse, le empezó una estornudadera que no paraba y comenzaron a salírsele los mocos chorreando sobre el peludo disfraz.

Andripola como pudo se salió del disfraz ahora embadurnado de sus mocos que parecían arequipe. Lo tiró detrás de una silla, pero algo raro pasó cuando el disfraz cayó al piso, Andripola escuchó un gemido, como si alguien se hubiera golpeado.

Curiosa como solo una niña de seis años puede ser, se acercó a revisar el disfraz, ¿y a que no saben lo que había dentro del disfraz?, pues un hermoso y raro perrito todavía cachorro, que aún no había abierto sus ojos. Peludo, pegostoso y lleno de los mocos de Andripola.

Así fue como en un día que Andripola, estando enferma y aburrida, llenó su disfraz peludo de mocos que parecían arequipe, y cuando lanzó el disfraz al piso, salió un hermoso cachorrito, al que llamaron Andriyundi, y desde ese día el perrito de Andripola, vivía pegado, como un moco a su dueña, de tanto que la quería.

Y colorín, colorado este cuento se ha terminado.