Derrumbe en la carretera

gemamedina (62)Venezuelan Friendin Comunidad Latina • 4 years ago (edited)

Las encontré a las dos asidas entre piedras que amenazaban caer a un lado de la carretera, con la mitad de sus raíces al aire. Tan diminutas, tan frágiles y en minusvalía tuvieron la fuerza en su belleza que me hizo detener la marcha en aquella angosta, sinuosa y extrema pendiente que desde el impactante Monumento Natural Agustín Codazzi, que acoge a una colonia de inmigrantes alemanes, en la hermosa Colonia Tovar, conduce a los bajos y fértiles valles de La Victoria, localidad del estado Aragua de mi país, Venezuela.

_{Agave y cielo azul. 3/7/2020}

El nublado bosque quedó arriba. Las inmensas montañas que se deslizan precipitadamente hacia el valle se visten solo del verde de una paja que las cubre a todas, cuyas flores, muy largas y blancas, son mecidas rítmicamente por el viento que aprovechan los ícaros para volar entre gavilanes en el inmenso vacío. En el verdiblanco están las de su especie, como puestas por el pintor, salteadas las cocuizas enanas de gruesas pencas, de impactante belleza. Con sumo cuidado y delicadeza las tomé y me las traje a las dos con piedra y todo. Pero tu hermana, que agonizaba, solo tuvo tiempo para despedirse.

_{Bosque con florecillas de yerba mora. 15/6/2020}

Pasé días tras días, meses tras meses, anhelando un gesto de vida. Te puse en tierra abonada y hasta piedras por si te hacían falta los minerales y por supuesto, agua dulce y fresca y sol. También te he besado y te he pedido, casi te he rogado una nueva penca. La larga espera valió la pena y sirvió para conocerte. Tu tiempo no es el mío, ya lo sé. Me diste la alegría!!!

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_{Agave. 3/7/2020}

Lo terso del capullo que forma tu lisa penca abriendo, esas tonalidades de tierno verde y el marrón que pinta tu puntiaguda espina, es lo más lindo que he contemplado en mi vida. Gracias.No me cansaré de darle las gracias a Dios por haberme dado una hija como tú.

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_{Agave y otras plantas. 3/7/2020}

Luego de este encuentro, me interesé por saber más de este tipo de plantas, y aquí les dejo algunos datos interesantes:

El agave, la cocuiza o el maguey son plantas silvestres con una belleza que cautiva cuando las divisamos en áridas montañas entre pajas o gramíneas. A veces tenemos la dicha de ver su larga espiga coronada con un ramillete de flores de un blanco puro. Sus carnosas y espinosas pencas de un verde grisáceo, terminan en una puntiaguda y dura espina, que como lanzas protegen su valiosa pulpa.
No solo cautiva con sus formas sinuosas y puntiagudas, sino que nos regala múltiples propiedades fármaco-industriales y espirituosas. Sus fuertes fibras son utilizadas para la confección de mecates o cabullas, suelas de zapatos y zapatillas, portavasos y ollas, sombreros, entre otros. De su pulpa se extrae un elixir que es utilizado para propósitos medicinales, que también se usa para la elaboración de bebidas espirituosas como el conocido cocuy de penca en Venezuela, o tequila en México.
En muchos países esa silvestre y hermosa planta ha sido industrializada para la extracción de los mencionados productos, pero en realidad se ve más bella en su hábitat natural.

Yo adopté a una que junto con su hermanita se encontraban casi moribundas en una carretera víctimas de un derrumbe. Su hermanita murió por los golpes y la deshidratación, porque sus raíces perdieron contacto con la Madre Tierra, pero logré salvar la que ahora es mi linda compañera, la que les muestro con la mayor alegría y satisfacción porque me nutre con su firme y fuerte crecimiento y su belleza.