1- ¿Consideras que todos tenemos un propósito en la vida?

No. Eso suena como si todo el que nace tiene un contrato de trabajo firmado. El propósito o la misión se la plantea cada quien según su formación, según sus valores, convicciones y preferencias. Cada persona es dueña de su propio destino. El que siembre su maíz que se coma su pilón y el que siembre vientos que coseche tempestades.

2- ¿Estás orgulloso de la vida que has construido hasta ahora?

Eso de “orgulloso” suena me como si mi ego está lo suficientemente hinchado con lo que hasta el día de hoy he logrado. Para nada. Siempre hay un listado largo de cosas en la vida que no se han podido conquistar. Cada quien tiene su lista de frustraciones. Lamentablemente, aquí en Venezuela, la imposición de un modelo político adverso al desarrollo de cualquier país, me ha impedido alcanzar una serie de metas. Pero aquí estamos, vivitos y coleando, con el tesoro de la vida y la salud en las manos.

3- ¿Has atravesado alguna pérdida familiar? De ser así, ¿cómo afrontaste el momento?

Llevo ya un lote numeroso de familiares y amigos fallecidos. Mi abuela materna fue como mi segunda madre y la recuerdo todos los días de mi vida. Su muerte fue un evento bastante duro para mí. El dolor se curó con los años y luego se convirtió en multitud de gratos recuerdos, porque los seres queridos mueren en la vida real, pero jamás en nuestro corazón.

Sin embargo, no hace mucho falleció mi perra, la cual era como mi hija, y confieso que la lloré a mares durante meses y aún la extraño.

4- ¿Qué es lo que te impulsó a seguir adelante en esos momentos de gran pena?

A uno se le muere un familiar, pero eso no significa que a uno no le queda más nada en la vida. Quedan responsabilidades de sobra qué cumplir y eso es suficiente para seguir luchando, aunque en una parte de nuestro pecho se sienta como un hondo vacío. Pues ese dolor lo conoce solo el que lo siente.

5- Si pudieras eliminar del mundo el dolor, ¿lo harías?

El dolor forma parte de la naturaleza humana. Aunque se trate de prueba dura y quejumbrosa, el dolor nos vuelve más humildes y precavidos. El dolor por los familiares fallecidos es algo que no puede eliminarse. Pero como seres de este planeta, si nos comportamos a la altura con nuestros semejantes, puede que ayudemos para que el mundo sea un lugar más justo y con menos sufrimientos.

6- Eres libre de expresar algún pensamiento reconfortante, un lema, una oración, un mantra ¿qué me dirías?

Una de las frases que suelo utilizar en ciertos instantes de mi vida es una que fue escrita hace miles de años: “Jehová es mi pastor, nada me faltará”.

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