5 momentos en los que soy feliz / Cuando me pagan lo que me deben

En realidad existen muchos momentos en los que uno se siente feliz, aunque hay algunos que se destacan más que los demás; es decir, en esos la felicidad alcanza niveles mayores. En mi caso, por ejemplo, hay pequeños detalles de la vida que me llenan de encanto: Los pájaros cantando al lado de mi ventana al amanecer, los gallos de mi vecino, las noches de luna llena, el silbido del viento, sentir lluvia menuda sobre mi rostro, contemplar una tormenta mientras me bebo una taza de café.

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Hay momentos de placer físico que prefiero no mencionar por puro respeto a los menores de edad y a las damas que puedan leerme. Porque podrían decir: “Qué ordinario este señor. Se pasó de maraca”. Sin embargo, podría destacar que siento un gran placer de echarme una ducha una vez que he salido de una jornada de ajetreo, sobre todo en estos días de calor endemoniado. Bueno, les comparto un quinteto de mis momentos más felices:

1. Cualquiera que tenga hijos me puede comprender. Yo siento un placer infinito cada vez que mi hija mayor me llama por teléfono. Y es que los hijos son como una parte de nuestro espíritu; son como el combustible, como la razón de ser de nuestras vidas, pero llegan los días en que ellos se hacen adultos e, igual que los pájaros, abandonan el nido y se alejan a valerse por sí mismos.

2. Ocasionalmente me alejo hacia el monte. La naturaleza me llena de asombro: los animales, las plantas, los ríos, las rocas, los cerros. Adoro conducir un auto a través de paisajes exóticos mientras escucho jazz y blues.

3. De vez en cuando me voy a pescar. Soy pescador deportivo, eso significa que luego de capturar el pez lo devuelvo al agua. Cuando era más joven los peces que sacaba se iban directo al sartén, pero resulta que nuestra forma de pensar no es estática. La pesca nos ratifica como depredadores. Nos despierta el instinto de matar para sobrevivir. Sin embargo, podemos hacer de la pesca un simple entretenimiento y eso es positivo tanto para el cuerpo como para el espíritu.

4. Me encanta recibir el dinero justo por los trabajos que realizo. Dicen que el dinero no lo es todo. El problema es que si no tienes nada en el bolsillo nadie te quiere y corres el riesgo de que te mueras de hambre.

5. También me siento feliz, muy feliz, cuando la justicia triunfa sobre la maldad. A veces nos parece que la justicia es una utopía y que la maldad vino al mundo para ser eterna. Pero no, la Biblia sigue vigente y nacerán muchos héroes como el rey David.
   

   
   Fotografía de mi propiedad tomada con un celular LG

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