Pasaban las horas y no llegaba nada de la comisión de PDVSA y los dueños no querían despachar el combustible hasta que hicieran la inspección.

A la 1:20 pm salí con el pastor a comer algo porque ya teníamos hambre y la comisión no había llegado.

Regresamos al sitio y a eso de las 2 pm fue cuando llegó la comisión de PDVSA a hacer la inspección. Se reunieron con los dueños de la estación y la reunión terminó como a las 3 pm.

Al finalizar la reunión con Pdvsa, el dueño de la estación de servicio salió a anunciar a todos los presentes que Pdvsa había tomado la decisión de que a partir de ese momento, la estación de servicio comenzaría a vender combustible a precios internacionales, lo que causó descontento, pero no había nada que hacer y tuvieron que comprar el litro a cinco centavos de dólar.

Esta fue una gran sorpresa que nos cayó a todos como un balde de agua, lo que significa que de las dos gasolineras que hay en la ciudad, sólo queda una a precios subsidiados, lo que significa que las colas de vehículos serán aún más horrendas.

El pastor no tuvo más remedio que repostar a precios internacionales, porque tenía que asistir a un viaje misionero.

Después de aprovisionarnos nos fuimos a casa y la hora de llegada era sobre las 4 de la tarde. Descansé un rato y a las 17:30 me duché, porque a las 18:00 empezaba el culto.

Fui con mi familia al culto hasta las 7:30 pm. Nos hicimos la foto general de rigor en la iglesia y volví a casa dispuesto a dormir el cansancio del día.