Los cepillaos de San Francisco y las matas de tamarindo

Desde pequeños se tenía una ilusión de ir a comer cepilla’os en San Francisco.

Ubicada en el lado norte de la Plaza Rafael Urdaneta, frente a la iglesia del Padre Vilchez, existe una tienda desde 1947.

Su creador fue, según nos han contado, un señor venido de tierras andinas llamado Elio Rosales.

Desde allí se han deleitado generaciones de infantes con los famosos cepilla’os de San Francisco. Su actual propietaria es la señora Gladys Suarez.

Ubicada la tienda en el actual municipio San Francisco del Estado Zulia, en el sector que corresponde a la Punta (una especie de punta de tierra que se metía al lago), sitio así conocido según algunos historiadores por estar ubicada una hacienda de Francisco Lopez, quien era el segundo dueño del hato, que se decía era muy buena gente y dejaba que la gente del pueblo tomara provisiones de agua de su pozo, por lo cual decía n vamos pal pozo de San Francisco, aludiendo que el dueño de la hacienda era muy bueno con ellos. De allí el nombre de la comunidad, siendo el sector La Punta la piedra histórica.

La venta estaba y seguirá siendo garantizada por tener la Plaza de concurrencia de los vecinos del pueblo de San Francisco, el Colegio Gran Mariscal de Ayacucho, institución que es atribuida su construcción a el Gran Jesús Enrique Lossada como presidente del Concejo Municipal de Maracaibo y donde desarrollaron y lo siguen haciendo sus estudios los niños y niñas de esta población además de la Iglesia del extinto Padre Vilchez, ahora conocida como la Basílica Menor de San Francisco.

En la tienda de Los Cepilla’os de San Francisco, desde hace muchos años están unas matas de Tamarindo, cuyo nombre científico es Tamarindus indica y que a pesar de su nombre es de origen de Sudán, en África. Una ubicada al este, la otra al oeste.

Recordemos que el frente, el mostrador de la tienda está orientada hacia el sur, con la mirada hacia la plaza Urdaneta. La sequía agredió a la vegetación de san Francisco y los tamarindos no escaparon de esa situación. El resultado fue que el tamarindo este no sobrevivió.

El grupo Amigos del Bosque ha venido invitando a tomar los frutos del tamarindo oeste para sembrar sus semillas y recuperar el espacio con la presencia de dos o tres árboles de tamarindo.

Todas las fotos fueron tomadas con mi celular.