Cómo convivir con la suegra y no morir en el intento

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Si mi suegra estuviese viva, no podría hablar mal de ella, ya que nunca se sabe si cualquier persona que lea esta publicación, por pura casualidad o por la simple maldad, le muestra lo que he escrito y se forma un zaperoco de padre y señor mío, donde también intervendrían tanto mi esposa como sus hermanos, que son unos cuantos, por cierto.

Esto que acabo de redactar, sin embargo, se trata solo de una atractiva manera de comenzar el texto, ya que, aunque mi suegra, en verdad, tiene ya unos cuantos años que falleció, no podría, de ninguna manera, declarar algo indebido sobre el trato que en vida me proporcionó, porque me convertiría en un mentiroso.

Para definir cómo se desenvolvió siempre esa relación entre yerno y suegra, les diré una hermosa frase que se me acaba de ocurrir: "Fue como una segunda madre para mí." Desde que llegué a su familia, atraído por el amor de su hija, ella supo en seguida que yo era un sinvergüenza, pero no dijo nada. Se dedicó a tratarme como acostumbraba a hacerlo con todas las personas que estaban a su alrededor; me colmó de atenciones y de buenos consejos y jamás me demostró ningún encono, solo me prodigaba respeto y consideración, y no porque yo fuese alguien especial, sino porque ella era así.

Una sola vez que yo recuerde. El entonces novio de mi hija, que hoy es su esposo y padre de mis dos nietos, tenía la mala costumbre de que cuando llegaba a visitarla entraba a su cuarto como Pedro por su casa. Aunque la puerta de la habitación se mantenía abierta, eso no me pareció adecuado. Y ya a la segunda vez que ocurrió, no aguanté y tuve que decirlo. En cuanto me escuchó hablar, aquel jovencito se puso de todos colores y salió casi corriendo de mi casa.

Después, por supuesto, regresó. Se le notaba todavía que sentía mucha vergüenza, pero como se trataba de un muchacho muy sensato y respetuoso, nunca más volvió a entrar al cuarto -en esa etapa de novio, por supuesto- y yo no quise sacar a relucir tampoco el tema para incomodarlo de nuevo.

Nunca tuve problemas con mi suegra. Ni siquiera durante los primeros tiempos con mi esposa cuando yo, acostumbrado antes a hacer lo que me daba la gana, me comportaba mal, quería vivir como si todavía estuviese libre y soltero. Ella jamás me hizo un reproche, porque fue como que supo descifrar, por mi forma de comportarme, que yo solo necesitaba que alguien me indicara de buenas maneras el camino correcto para que emergiese el hombre sensato y consciente que en el fondo siempre había sido. Se dedicó, como ya señalé, a tratarme con mucho cariño, a hacerme sentir que era muy importante para su familia y así fuimos conformando un afectivo círculo de hermosos sentimientos que se consolidó para siempre.

Lo primero que le recomiendo es que, por nada del mundo, le permita ver lo que usted ha escrito en la introducción de este concurso y, más aún, que tampoco se entere de que programó un reto basándose en la inevitable presencia de la suegra en su casa. Sospecho que eso puede empeorar la situación. Otra de las opciones que puede funcionarle muy bien es que, como refiere en las pautas de este desafío que vive muy cerca, en cuanto ella se instale en su casa, váyase en seguida usted a la de su suegra. Sí, como que fuese un cambio de hogar, además estará aplicando aquella sentencia que dice “uno por uno no es trampa.”

Como no es recomendable que se enfrente abiertamente a su suegra, busque todas esas canciones, comenzando por esa que cita en la introducción, y las pone a sonar, así como quien no quiere la cosa una y otra vez, hasta que se dé por aludida y no le quede más remedio que alejarse. Esta estrategia es mejor que comenzar a lanzarle indirectas porque eso se nota mucho. Con la música siempre podrá decir: "Ay, yo ni siquiera me había dado cuenta de lo que estaban cantando ahí en ese aparato…"

Si ninguno de los consejos anteriores, le parece adecuado, entonces dedíquese a tratarla bien, con el mayor esmero posible, cólmela de atenciones. De esa forma sentirá que está haciendo lo correcto y ante cualquier problema que pueda suceder, a usted le quedará el consuelo de que su conciencia está tranquila.

Invito a los amigos: @marifersalas, @hernalis12 y @leonciocast a compartir sus impresiones sobre el tema que propone este concurso.