La playa es en lo primero que pienso para ir de paseo, relajarme y salir de mi acostumbrada rutina asi que muy emocionada llego el día tan esperado. La noche anterior casi no pude dormir de la emoción. Ya con todo organizado nos dirigimos a nuestro destino La Bahía de Cata, una playa del Estado Aragua de mi hermosa Venezuela. Y emprendimos nuestro recorrido. Al llegar allí lo primero que hicimos fue buscar un toldo para tener donde cubrirnos del sol y dejar nuestras cosas.

No pueden faltar las fotos para el recuerdo asi que antes de meterme al mar hago algunas tomas porque despues no tendré tiempo para hacerlo, Y no puedo olvidar aplicar mi bloqueador solar para evitar una insolación y no dejo de contemplar el imponente mar y el relajante color azul que me trasmite calma y de respirar ese peculiar olor de la brisa cargada de sal.

¿Y que decir del sonido de las olas? este sonido repetitivo, lento y susurrante nos mantiene en total calma. y si les describo la agradable sensación cálida de la arena blanca debajo de mis pies es como recibir un suave masaje, asi que no dudo en caminar descalza, recuerden que tenemos en nuestros pies una gran cantidad de terminaciones nerviosas, por eso se entiende que nos cause tanto relax.

Su tibia agua que poco a poco moja toda la piel, mientras las olas tocan todo el cuerpo, este contacto con el mar hace que todo nuestro cuerpo libere serotonina, la hormona de la relajación. Tomar los rayos del sol a lo largo del día termina dando un espectacular bronceado. Asi pude disfrutar del resto del día entre risas, revolcones de las olas del mar, rica comida y agradable compañía.

Díganme ustedes si esta breve descripción les confirma que tomar un baño en la playa es totalmente sanador no solo nuestro cuerpo lo agradecerá, sino tambien nuestro cerebro. Uno regresa totalmente con las energía renovadas y tiene la sensación de que te mueven las olas del mar