Amo mi familia

Tengo casi 10 años de matrimonio, me casé a la edad de 22 años con una maravillosa mujer. Desde que nos conocimos nos dimos cuenta de todas las cosas que teníamos en común a pesar de la diferencia de personalidades. Yo siempre le digo a ella que es mi milagro. Al paso de casi tres años de matrimonio nació nuestra primera hija que vino a traernos felicidad (significado de su nombre) y años después nació el consentido de la casa, quien es como ver una mini versión de mi mismo por lo parecido que somos. Desde entonces nos movemos como una unidad, ¡¡¡todo lo hacemos juntos!!!

Emprender

¿Qué no hemos vendido mi esposa y yo? Amo eso de ella, nunca está tranquila, siempre esta vendiendo algo, haciendo promociones, comprando económico para revender. Nos conocimos en un negocio que compartíamos y desde ese momento nos hemos divertido como nunca comerciando casi cualquier cosa. Ninguno de los dos nos hemos entregado de lleno al mundo empresarial, más bien perseguimos otras metas, pero debemos comer, así que solemos vender distintas cosas para cubrir el presupuesto. Helados, panes, masas de maíz, otra vez helados, tortas, de nuevo tortas y así sucesivamente; con sol, bajo la lluvia, caminando por horas, viajando a buscar mercancía, creo que podría pasar horas narrando tantas experiencias de nuestros increíbles emprendimientos.

Cocinar

No me van a creer pero cuando nos casamos mi esposa no sabía cocinar. No sabía hacer arepas, ni arroz, ni casi nada. Me tocó enseñar a mi esposa a cocinar y desde ese momento la acompaño muchas veces en la cocina mientras conversamos ya que conversar es una de sus grandes habilidades. Yo no era un experto en la cocina, todavía tampoco lo soy, y ella estaba aprendiendo de mí, así que poco a poco comenzamos a buscar nuevas recetas para hacer y desde ese momento ha sido un hábito para nosotros tratar de cocinar algo diferente.

Educar a nuestros hijos

Desde que nuestros hijos llegaron a nuestras vidas hemos buscado las maneras de brindarles una excelente educación, tristemente el sistema de educación de nuestro país es miserable, así que desde hace un tiempo comenzamos a practicar Homeschooling y crear por nuestra cuenta el contenido de estudio para nuestros pequeños. Desde ese momento mi esposa y yo hemos trabajado duro por ver a nuestros hijos crecer con un carácter e intelecto que pueda agradar a nuestro Creador. Juntos nos alegramos y lloramos de la alegría al ver los grandes avances que han tenido nuestros hijos y esto nos genera la mayor de las satisfacciones a mi esposa y a mí.

Estudiar

Desde muy joven fui un apasionado por los estudios y la lectura de libros. Constantemente estoy haciendo algún curso, academia o inscrito en algún seminario o instituto pero sobre todo, leyendo. Después de un largo tiempo mi esposa decidió unirse a mí y comenzar a leer y estudiar, ahora soy yo quien a veces le digo que "se va a volver loca" estudiando tanto jaja... Juntos estamos compartiendo esta hermosa pasión y tarea que también es demandada por la educación de nuestros hijos. Me encanta leer junto a mi esposa y pasar largas horas discutiendo sobre algún tema de interés. Ahora juntos invertimos nuestros ahorro para comprar libros o pagar algún nuevo curso.

Ver películas

Nuestras primera citas fueron en el cine y siendo novios cuando ella me visitaba en casa tenía que conformarse con nuestro hábito familiar de ver una película. Desde ese entonces vemos películas, una y otra vez. Hemos amanecido viendo alguna serie muy buena y los fines de semana, cuando no salimos a la calle, nos encerramos con ricas comidas a ver buenas películas. Por las noches cuando no estamos muy ocupados compartimos alguna película de estreno. A ambos nos gusta ver películas de misterio o suspenso, también las que involucra supervivencia ya que mi esposa tiene conocimientos de enfermería y nos gusta imaginarnos que haríamos nosotros en situaciones así. Amamos ver películas.

Divertirnos

Definitivamente lo que más nos gusta hacer juntos es divertirnos, jugar, reír, pasear, cualquier cosa que nutra nuestro amor y unión. Somos personas muy trabajadoras, pasamos horas concentrados en todas las actividades y responsabilidades que tenemos por esa razón los momentos de disfrutar los aprovechamos al máximo, desde las cosas y momentos más insignificantes hasta los eventos que nos quitan el aliento y al ver la felicidad de nuestros hijos simplemente damos por cumplido cualquier sacrificio que tengamos que hacer para divertirnos un buen rato.