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Este es el relato de un joven llamado David que le encantaba hacerle caridad a los animalitos indefensos de la calle, un día el estaba recostado en su cama dormido, era la madrugada, muy oscuro aún, cuando oyó el maullar de un gato. Impaciente por querer salir corriendo a auxiliar al pobre gato, pero sabia que no era prudente salir a la calle a esa hora de la noche, le costó nuevamente reconciliar el sueño, sin embargo pudo dormirse otra vez.

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Al día siguiente ya no oía al gato maullar, hizo su rutina cotidiana de aseo personal, tomó su desayuno y luego entra al internet en su computadora, cuando de repente se escucha a lo lejos el gato de nuevo, no dudó ni un minuto en salir a buscarlo.

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El cachorro se había refugiado en un tubo de desague, lo agarró, le curó las heridas sufridas por un carro, le dió comida, agua y sobre todo mucho cariño. La idea de este jovencito es rescatar a los animales, sanarles y rehubicarlos en un hogar donde sean amados y cuidados.

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El gato resultó ser hembra, y pues al transcurrir los días la gatita mostró un enorme agradecimiento, no se apartaba de David, iba donde el caminaba y se refugiaba en él en todo momento, resultó tener fracturas en su boca y costillas, por lo tanto no se podía dar en adopción.

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Fue entonces que decidió quedársela para si, le puso de nombre Pelussa, tiene mas apego con David, se ha convertido en una modelo, muy educada y fina.

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Gracias a Dios que existen personas como este chico, amadores de los animales y con tan nobles sentimientos.

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