Un rey había conocido una pequeña isla bastante alejada de su reino pero dentro de su territorio, la exploró, y al ver que la misma era una tierra fértil, una tierra rica en recursos y que seguro cualquiera podría sobrevivir allí sabiendo administrarse, sin embargo, era muy pequeña, apenas cabrían unas 500 personas sin colapsar, a pesar de ello, pensó que sería beneficioso instalar allí un puerto, las operaciones navales requerían un lugar donde hacer una escala, y a su vez generaría mayor comercio.

Para ello se necesitaban algunas instalaciones, las cuales tardarían mucho en levantarse, otro elemento era que no había nadie que quisiera ir a vivir en aquella isla tan retirada y olvidada de todo. Inclusive, instalar una base o un puesto de avanzada significaba algo inútil, ya que era tan simple la isla que no aparecía en los mapas de navegación, y aquellos que la conocieron la desestimaron como un lugar conquistable.

El rey tuvo una idea, reunió a sus consejeros y los hizo rendir un informe de las prisiones, cuántos criminales sentenciados habían en sus calabozos, cuánto gasto le generaba al reino alimentarlos mientras esperaban cumplir su sentencia, les pidió que los agrupara según los crímenes que hubiesen cometido. Poco tiempo después, los consejeros se presentaron ante el rey y le dieron la información que solicitaba.

Había un total de 59 hombres y 33 mujeres, condenados por diversos crímenes, y a los cuales aún les faltaban al menos 20 años para cumplir sentencia, 18 hombres y 19 mujeres que aún debían estar al menos 10 años, y unos 20 hombres y unas 17 mujeres con penas de menos de 5 años. A todos esos desdichados, a quienes la justicia sentenció de acuerdo a la gravedad de sus crímenes, el Rey les ofreció el destierro como un indulto, a lo cual todos aceptaron, considerando que en la prisión estaban asinados y con cadenas, con apenas una comida al día y sin ver la luz del sol.

De esta manera, esas 166 personas fueron llevadas a la Isla de los Desdichados, como una oportunidad de rehacer sus vidas, aunque alejados del reino pero en libertad. Se organizaron en 3 comunidades, cada una nombró autoridades, hicieron sus propias leyes y se asignaron diversas tareas. Con el pasar de los años, la Isla se convirtió en un puerto próspero y un lugar de mucho comercio. Habían tenido una segunda oportunidad, y la aprovecharon!