Sábado en la mañana, 6 de octubre, estaba cumpliendo mis 21 años, un día normal y corriente, cerca de las 6:00 me preparo para mi acostumbrada carrera de 12 kilómetros. Aún estaba oscuro, calenté, estiré y empecé mi carrera, ya casi cuando estaba llegando al borde del río, visualicé una luz amarilla, muy brillante, cambiaba a una luz blanca, a veces se combinaba.

Al pasar los árboles, el brillo era más intenso y como soy un curioso nato, me acerqué a ver. Al llegar al borde del bosque, sentía algunas vibraciones, era emocionante y terrorífico a la vez. Encontré una cabaña de varios módulos, era dorada, parecía de metal y en los techos de cada módulo había una especia de cono blanco, muy brillante. Qué raos es esto?, me pregunté en voz alta.

De inmediato todo se calmó, dejó de brillar, dejó de vibrar, ya no se sentía nada. Había una calma misteriosa, se escuchaban ciertos ruidos dentro, como si hubiesen personas, y de pronto, había una chica detrás de mí que me llamó por mi nombre, Tom!, hola...

Yo me asusté mucho, di dos pasos hacia atrás llevándome una mano a la boca para no gritar y otra al pecho para calmar mi acelerado corazón. Dios, me tembleban las piernas, que susto me dio la chica. Ya recobrando el aliento, me dí cuenta de que era la chica nueva de la universidad, Car-hem, la saludé, me preguntó qué hacía en su casa, yo le comenté que estaba pasando, trotando mi carrera de 12 km de los sábados, y que había visto luces y sentido cosas extrañas, por eso me acerqué, pero no sabía que esa casa estuviera ahí, y menos que tú vivieres en ella.

Ella me dijo que sí, que eran nuevos en el lugar y la casa siempre ha estado ahí. Y voltié a ver la casa, las paredes amarillas aún estaban, los techos blancos en forma de cono, pero ya no brillaban. Le pregunté qué hacía ella levantada tan temprano, titubeó, balbuceó y al final no me dijo nada, yo reí, le dije que me disculpara por asustarla, y ya dispuesto a irme volví a sentir la vibración, la casa empezó a brillar nuevamente, salieron dos chicos de una puerta que se abrió como mecánicamente y la llamaron, Car-Hem, ya arreglamos la nave, vámonos, nos esperan en casa, yo todo asustado le pregunté, nave? qué nave?

Ella me tomó de la mano y me haló hacia el bosque, me dijo que le prometiera que no le diría a nadie del pueblo sobre ella y sus hermanos, ya que de hacerlo, no podrían volver a visitar nuestro planeta. Planeta?, pregunté yo totalmente asustado, qué está pasando Car- Hem? de qué me estás hablando?. diciendo esto, la casa empezó a elevarse, unos destellos blancos salían de debajo de la casa, tuve que taparme los ojos par no lastimarme con el brillo, el polvo levantado por la nave me impidió seguir viendo.

La chica me volvió a decir que le prometiera no decirle nada a nadie de esto, yo bastante confundido se lo prometí, ella sonrió y me dijo mirándome a los ojos, cuando vuelva te explico todo, espérame en tu casa hoy en la noche. Seguido, se subió a la casa o nave, ya no sé que era, y se elevó hasta las nubes y simplemente desapareció.

Hoy es 6 de octubre, hace 67 años que mi esposa y yo nos conocimos, cuando salí una mañana normal y corriente. Ella volvió como lo prometió, esa noche me explicó que vivía en otra galaxia, y que esa nave era una puerta ancestral, estaba de visita exploratoria en la tierra, para estudiar la vida que aquí tenemos, yo le pregunté qué le había parecido, y me dijo que necesitaba en nuestro tiempo 50 años para decírmelo, hace ya 17 años que ella me dice que le encanta nuestra vida y que no se arrepiente de haberse quedado conmigo en la tierra.