Una imagen una historia

La vida nos da momentos de intersección, esos momentos de encuentros con otros, donde coincidimos al detenernos en la calle. Nos da la oportunidad de detenernos y cruzar en linea recta, sin detenernos a pensar que podemos estar en peligro o simplemente protegidos por las lineas blancas del destino.

Unos instantes tan cortos que nos separan de la calle, al cruzarla sonreímos al reconocer un rostro conocido. Una calle que está llena de luz y estilo propio. Ampliamente escoltada por los espacios para no tropezarnos los unos con los otros. Son pocos metros los que nos separan en nuestros pensamientos continuos. Nuestra mente no descansa en cada paso dado.

La esquina nos parece tan lejana que no llegamos a prestarle atención cuando logramos alcanzarla. Vemos estudiantes, vemos vendedores y amas de casa apuradas. Una simple calle donde convergen todo tipo de alianzas.

Allí los respetuosos vehículos y sus conductores se mantienen en perfecta formación detrás de las líneas marcadas para mantener el orden. Son adultos comprometidos con la ley y su obediencia precisa.

A lo lejos veo una pareja que discute, comienzan a cruzar y se regresan. No han terminado la pelea y sus rostros se observan enojados. No hace falta conocerlos para identificar que es un lío de faldas. Conociendo la naturaleza humana se que el tiene va a tener un gran problema al llegar a casa.

¿Cuántas cosas puedo detallar en esos minutos de cruce?

La joven estudiante con los libros apretados en el pecho, hablando sola y repasando lo estudiado. Le falta unos años para descubrir que será la mejor época en su vida. Más adelante su vida se volverá más complicada de lo que se pueda imaginar.

Así se puede encontrar otros rostros en ese cruce peatonal, que nos cuentas historias con solo verlos. En algunos casos podemos simplemente crearnos alguna inventada por nuestra imaginación en ese cruce de personas, donde convergemos en ese instante para pasar al otro lado de la calle.

Por el momento se nos cruzan personas que no conocemos y que diariamente transitan por nuestro mismo camino diario, nos encontramos y esbozamos una leve sonrisa , sin saber que piensa esa persona de nosotros.

Podemos detenernos en plena calle para ayudar a otros. Es simplemente una reacción natural y aún ante el temor de que los vehículos arranquen movemos nuestras manos en señal de tiempo, mientras miramos de reojo que no se hayan movido del lugar que los mantiene una simple raya.

Cuántas cosas diarias en ese cruce podemos detallar, hasta que nos animen a seguir adelante. Son las personas que vemos que se esfuerzan diariamente por sacar su familia adelante. A lo mejor no los vemos así con valentía, pero lo intentan.

Cuántos con su historia triste de luchas y fracasos, caídas y tropiezos. Esos que vuelven a comenzar y caminan por la calle buscando un nuevo empleo. Cruzan por la calle correctamente una y otra vez, las veces que sean necesarias, porque son personas de bien que lo seguirán intentando.

Así quiero verme yo acompañándolos cada día, por ese cruce de la vida misma.

Porque la vida es así un constante cruce peatonal con las personas de la vida.

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Esta es mi participación en el concurso que nos trae la amiga @franyeligonzalez cada semana. Les comparto el post del reto: Una imagen una historia

Invitando a participar: @filili71 y @blessedlife.

¡Gracias por tu visita!