La vida nos brinda encuentros inesperados, esos momentos en los que coincidimos con otros al cruzar una calle, protegidos por las líneas blancas del destino.
En esos breves instantes, nuestras mentes no descansan, observamos el bullicio alrededor, y reflexionamos sobre las historias que nos rodean. Cada persona, desde la estudiante absorta en sus libros hasta la pareja discutiendo, nos muestra fragmentos de sus vidas. Nos cruzamos con desconocidos que comparten nuestro camino diario, ofreciendo una sonrisa fugaz.
Estos cruces peatonales son metáforas de la vida misma, donde cada interacción nos anima a seguir adelante, con esperanza y valentía.
Muy bien complementada la idea del cruce con otras vidas, otras ideas, otras personas apuradas por seguir y lograr objetivos en su vida. Son momentos que a veces pasamos por alto, pero al llegar a este cruce peatonal detallamos y olvidamos un poco nuestros propios problemas.
Muchísimas gracias por el apoyo bonito @oneray
Siempre será un placer leerte