Si te cuento, lloras: yo que nunca he fumado, una vez saqué humo en mis pulmones solo que vivía rodeada en la universidad de puros fumadores. Sé lo que es eso. sin embargo, qué bueno que todo salió bien. Ese almuerzo está bien resuelto. Cómo no te iba asalir pasta por donde te habían inyectado, por la cantidad hasta seguro que hasta por los cabellos. jajaja. Un saludo enorme desde Cumaná, amigo