Abro los ojos, no se que ha pasado conmigo, si estaba dormido, desmayado o inconsciente, he despertado desnudo en una cama, será acaso mi cama? No lo se, veo una habitación semi oscura, descuidada, sobre la silla hay ropa doblada, será acaso mía?

Me voy levantando lentamente, no se si estoy bajo los efectos de alguna sustancia o simplemente del alcohol, al intentar incorporarme mas rapido senti mareos y cai nuevamente en la cama. Lo hago lento, intento incorporarme nuevamente hasta quedar sentado a la orilla de la cama. Me sujeto de la pared para llegar hasta la silla y ver si la ropa en ella es mia.

Comienzo a vestirme, la ropa me queda perfecta así que debe ser mía, intento recordar como llegue a este lugar, en donde estoy, sera mi casa? Intentando hacer memoria me doy cuenta que no recuerdo ni mi nombre, en serio no se como me llamo! Después de colocarme los pantalones me siento en la silla, no puedo mantenerme de pie. Al lado de la silla veo una mesa que me llama la atención, está completamente llena de fotografías.

Veo las fotografías de muchas personas, parecen importantes, la mayoría hombres trajeados muy elegantes, pero sobre ellas estaba una fotografía de una niña que me llamó mucho la atencion, me parecio muy familiar. La contemplé un rato, mientras la veia sentia una voz en mi cabeza que me llamaba por un nombre que se me hizo familiar: Juan. Me decía -"Juan, tuvimos que hacerlo. Juan yo lo hice!"-

Me identifique con el nombre, si, mi nombre es Juan, Juan Mendoza. Pero esa voz me resultaba familiar, pero salía de mi misma cabeza, me repetía lo mismo constantemente -"Juan, tuvimos que hacerlo. Juan yo lo hice!"-. Mientras veía la foto de la niña comencé a recordar, era mi hija, me la habían arrebatado. Fue secuestrada por un grupo de trata de blancas cuando salía del colegio, el cual era dirigido por hombres poderosos, empresarios, políticos y mafiosos.

Denuncie en la autoridades, pero solo conseguí amenazas de muerte. Un dia llegando a casa recibí una golpiza que hizo que despertara algo diferente en mi. Mientras me recuperaba en el hospital segui recibiendo amenazas de muerte, supongo que producto del estrés surgió una personalidad alterna dentro de mí que intentaba tomar el control, me decía que él haría justicia.

Me resistí lo más que pude, pero hubo un momento en que mi voluntad se quebró y no supe mas de mi, hasta este instante en que desperté en este lugar que aun no reconozco. En este momento escucho pasos en el pasillo, corren hacia donde estoy, derriban la puerta y varios hombres uniformados me derriban al piso mientras me inmovilizan. Escucho a uno de ellos decir con voz fuerte; -"Juan Mendoza, está detenido por la ejecución de 36 homicidios! Guarde silencio!"-

Voy en silencio, me llevan en un camión blindado, temen por lo que pueda intentar hacer, que en realidad no se que pueda ser. Desde donde estoy puedo escuchar al comandante de la comision hablando por teléfono, participando a alguien sobre mi captura y recibiendo instrucciones sobre qué hacer conmigo.

El comandante abre una ventanilla y le dice a los que van atrás conmigo -"Los de arriba no quieren que llegue vivo, voy a encender la sirena y ustedes se hacen cargo" El más alto de ellos saca su pistola y tapandome los ojos me dice: -"Lo lamento chico!, no es personal"-colocándome el cañón en la cabeza.

En lo que intuí eran mis últimos instantes de vida, me sentí relativamente satisfecho, pues al menos una parte de quienes dañaron a mi bebe pagaron por su crimen, me sentí mal por no haber hecho justicia completamente, pero hubiese sido peor no haber hecho nada. Cuando escuche encender la sirena y el sonido del martillo del arma, dentro de mi cabeza escuche una frase ya familiar: -"Juan, voy a tomar el control"-

Así amigos, culmino mi historia, espero que les haya gustado. me gustaría invitar a @yosiven, @zulfrontado y a ti que me estás leyendo a participar. Nos vemos en la próxima!