Digital image for the day is made according to my own imagination and thoughts (your writing story competition(95)| Te encontré. Parte 1.

Yo soy especial. Los humanos me buscan toda su vida. Algunos solos, otros acompañados. Algunos enloquecen en mi búsqueda, otros me consiguen y pasan mucho tiempo a mi lado. Hay quienes ni me conocen, no saben que existo. Otros me han presenciado en diferentes oportunidades, por un corto tiempo. Algunos creen que depende de otra persona conseguirme porque realmente no entienden que depende de ellos mismos. Otros me consiguen en los pequeños detalles de la vida. Hay quienes lo quieren todo; mientras más tienen, dicen sentirse más cerca de mi, pero yo los observo y parece que solamente están tratando de convencer a sus conocidos de que yo sí los acompaño, cuando realmente no es cierto. Otros me encontraron hace un par de años, únicamente vivo en sus recuerdos. No me volvieron a encontrar. Recuerdan que yo estuve presente en sus vidas para sentirme cerca. Dicen que fueron tiempos mejores, pero cada tiempo tiene sus oportunidades, estando yo o no.

No soy complicada de conseguir, pero cada persona tiene sus retos para acercarse a mi. Improvisan su camino hacia mi encuentro. Como no existe un mapa o guía alguna que los acerque a mi, los humanos tienen que aventurarse a mi búsqueda. Es precioso ver cada aventura que emprenden para conseguirme. Los veo avanzando y evolucionando. Es emocionante cada historia que puedo presenciar.

Tal vez ya sabes quién soy. Me llamo felicidad. Posiblemente me conoces; tal vez todavía me estás buscando, pero puedes saber que te he visto. Te conozco. Quizá relate tu historia en alguna oportunidad. Realmente quiero contarles sobre aventuras emocionantes, desafiantes e intensas que han atravesado las personas en mi búsqueda. Cada una especial a su manera.

Esta es la historia de un hombre que pasó 10 meses reparando un pequeño velero, con la esperanza de que lo acercara a mi. Su pasión por encontrarme lo ayudó a avanzar, insistir, luchar y no considerar rendirse. Estaba agotado de su hogar, de la zona donde creció, nada lo motivaba, ni le interesaba. Quería expandir su horizonte; viajar al encuentro de otras culturas y formas de vivir. Durante 3 años tuvo fuertes conflictos consigo mismo porque no entendía por qué no se sentía pleno. No sabía si estaba algo mal con él, si era muy exigente consigo mismo ¡Lo tenía todo en su hogar! Pero no era lo que él deseaba. Quería ir más allá.

Un buen día llegó a su pueblo un grupo de visitantes que se hacían llamar:" '". Se dedicaban al apoyo para personas que más lo necesitaban, de la forma que más les hacía falta ¡Desde hace tanto año, era la primera vez que veía algo que le interesaba! Se acercaba a ellos. Observar lo entregados que eran con su labor despertó una pequeña esperanza en él. Se sentía identificado porque así esperaba sentirse él, pero no lo conseguía. Aprovechó la oportunidad de conversar con ellos, observar sus acciones y recaudar información para lograr entender cómo consiguieron ser felices en la vida haciendo una labor que los apasionaba. Después de entenderlo decidió que la mejor opción era salir de su pueblo a conocer otras culturas, compartir con otro tipo de personas; que pensaran diferente y necesitaran cosas distintas.

Solo quería conocer sociedades diferentes y aportar un grano de arena. Algo pequeño, pero significativo porque por más pequeña que parezca una labor, ayudan a armar un gran proyecto. Para todo esto necesitaba tener la posibilidad de transportarse hasta donde vivieran las otras sociedades. Así que, duró 10 meses reparando el pequeño velero que había heredado de su tío. El proceso fue largo. Estuvo repleto de acciones, errores y reparos. Sufrió, celebró, gozó el proceso. También le costó, pero lo logró.

El día que emprendió su viaje estaba equipado con herramientas que necesitaba para sobrevivir en el mar. Desde pequeño sabía navegar porque le enseñó su tío. Tenía un mapa que lo llevaría hasta una nueva civilización.

Emprendió su largo viaje y no fue nada fácil. Se sentía su gran soledad, pero eso lo impulsó a esforzarse más para llegar pronto a su destino.

Un día, al atardecer se conmovió al ver aves desde su velero ¡Hacía muchos días que no veía aves! Esto significaba que estaba cerca de tierra firme, es decir, más cerca de conseguirme. Justo en ese momento estuvo frente a la civilización a la que planeó llegar ¡El resto es historia!

Esta historia continuará. ¿Qué nombre le colocarías al grupo de visitantes que llegó al pueblo? Sé participe de esta historia.

Gracias a @xpilar por esta hermosa iniciativa que ayuda a recrearnos, relajar y activar nuestra creatividad te dejo el link de esta participación, esta imagen tiene días, pero es tan hermosa que quería comenzar mi historia desde esta imagen.