OCTAVO CONCURSO: "PALABRAS INSPIRADORAS" / #WORLD OF XPILAR / Una amistad infinita

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Así como rueda cuesta abajo, los deshielos de las cumbres nevadas, creando riachuelos que surcan con hilos transparentes y fríos la superficie de la tersa tierra, así resbalaban por las mejillas de Zara copiosas lágrimas, húmedo recordatorio del vacío que sentía en el pecho por la partida de Lucy, su Lucy amada.

—Que pude haberte hecho mí adorada, más que llenarte de ternura. ¿Por qué si sabes que solo te tengo a ti decidiste partir con la primavera? me dejaste, te marchaste quizá anhelando libertad o tal vez una nueva familia, sin importar la que aquí dejabas.

Una suave llovizna humedeció en rededor de Zara, como si las nubes, enternecidas por la melancolía de la triste niña, quisieran con su fresco toque lavar la tristeza que deformaba el bello rostro.

Solo cinco años había pasado desde que se vieron por primera vez, sin embargo era una amistad eterna la que las unía, Lucy llegó con su bulliciosa alegría a curar las profundas heridas causadas por la repentina pérdida del amor maternal, no fue abandono, no. Ambas quedaron trágicamente unidas por el lazo fraternal de la orfandad, en un mundo duro dónde ya los hombres no estaban, sus madres se habían marchado dejándoles de regalo lo único que podían darles: la vida.

Una vida que día a día construían juntas discurriendo entre la leña y la caza, entre la siembra y la cosecha, entre el abrasador calor veraniego y el helado frio del invierno, entre la risa de verse juntas y el llanto de verse solas. Una amistad por la vida, una amistad por la pena.

—¿Por qué me dejaste Lucy querida?, ¿Qué va a ser de mi sin tu presencia? —Casi como un alarido gritó Zara— estremeciendo la quietud de la pradera, mientras sus manos daban cobijo a una cabeza que no soportaba el peso del triste pensamiento.

—¿El pasto es más fresco esta primavera, o es que voy camino a otras tierras? —pensó Lucy mientras veía a Zara no muy lejos de allí—, su nariz estaba inundada de los frescos olores del verdor de la hierba, acostada definitivamente se percibía mejor los olores.

Sabía que esa última mirada era lo único que le quedaba para despedirse, no tenía fuerzas para más, en su boca aún sentía el ocre sabor de la sangre de la malvada, entre sus patas yacía inerte el cuerpo que quien quiso arrancar la vida de su amada Zara, pero no pudo, ella no lo permitió. Su madre la esperaría orgullosa, seguro la recibiría con un ladrido de felicidad, pudo vencer a la serpiente, esa que se llevó a la madre de su dulce amiga, ¿o sería otra?, igual ya no importa, Zarita estaría a salvo y ella había honrado el sacrificio de su madre, había cumplido la promesa, —cuida a la niña Zara— fue lo último que dijo su madre al parirla. Un leve pinchazo en la patita, una gruesa lagrima en el vacío, adiós amiga te espero con nuestras madres para seguir jugando, riendo, viviendo.

^{Imagen tomada de lh3.googleusercontent.com}

Muchas gracias @franyeligonzalez y a la comunidad de #WORLD OF XPILAR por darme la oportunidad de ilustrar, con una corta historia, la profunda amistad que pueden sentir por nosotros, los seres más leales del mundo: los perros. Más que una historia triste narrar una que trascendiese y la barrera del mero sentimiento y nos mostrase el gran sacrificio que puede hacer un ser vivo motivado por la mas pura de las intenciones: la amistad, espero haya sido de su agradecido.

Saludos a tod@s @karupanocitizen.