El fin de la conciencia

La conciencia vuelve a ti, poco a poco te despiertas de lo que parecía ser un eterno sueño, miras alrededor y te pones de pie, confundido te percatas de que yaces en un aparente vació infinito, intentas llamas por ayuda, pero nadie viene.

¿Dónde Estoy? – Dices en tú mente

Tu respuesta rápidamente, se ve respondida por un ser anómalo pero aparentemente pacifico, que salió de la nada.

¿Qué, en dónde estamos? – recito el extraño con voz carismática

Estamos en lo que los de tú especie llama, el después del olvido.

¿Qué? - Exclame

Bueno, en pocas palabras tú existencia ha terminado por completo ya que no existe ser viviente en el universo que te recuerde, o en otras palabras ya no existe rastro de tu existencia en ningún lugar. Por lo que te has visto estancado aquí.

-Me quede anonadado, la idea de que nadie me recuerde creaba conmoción en mi, y aun peor, ni el mismo universo lo hacía.-

Pregunte: ¿Si estoy muerto, como soy consciente ahora mismo de mi existencia?

El extraño arqueo un risa y cito:

Este estado en el que te encuentras no es nada más que las ultimas partículas que existen de tu ser, como sabrás todas las cosas perecen en algún momento sin importar que tantos años pacen, y también que la conciencia en si es un conjunto de impulsos eléctricos en entre neuronas que te proporcionan la cesación de percepción en ti, pero la conciencia que crean esos impulsos eléctricos, no muere del todo, solo se ve alterada por falta de información y termina necesitando un restablecimiento de cero y así continuar su existencia y no convalecer frente al desgaste de el tiempo, es decir tu conciencia actual está a punto de desaparecer para ser reemplazada por una nueva.

¡Espera un momento, no entiendo de que estás hablando! – Exclame

… Tranquilo, ya lo averiguaras.

Vertiginosamente sucumbí ante un agujero que apareció por debajo de mis pies, cayendo así aun repleto vacio, la sensación de confusión desencadenaba pequeñas descargas que surcaban mi memoria y desencadenaban sensaciones que sentía tener milenios sin tener.

M̵̠͊͐i̵͇̰̟͈͆͋̈̈e̶̹̻̤͛́d̷͇̈́̿̍̆̊̎ǫ̵͍͎̱̪̺̃̌͊͛̕.

La sensación de ser borrado por completo arrebataba mi alma y producía un terrorífico escalofrió que recorría todo mi cuerpo, cerré los ojos por un instante intentado escapar de la atroz realidad, pero no logre nada con eso.

Abrí los ojos y vire a mi alrededor, pude observar una especie de liquido no newtoniano que surcaba el espacio y golpeaba una salida.

Grite de pánico ya que estaba a pocos metros de caer en lo que describiría como un océano, de color amarillento y grite del miedo por chocar de frente contra el.

Caí sobre él y me hundí algunos metros, rápidamente nade hacia arriba y lo que vi me dejo perplejo, miles de seres incorpóreos eran arrastrados por las fervientes aguas y sin importar que tanto lucharan terminaban cruzando al otro lado de ello.

Mire a los lados en busca de ayuda, pero lo único que encontré fue, desesperación, gente llorando, suplicando por ayuda pero las más distintivas eran las que solo se quedaban inertes con una cara completamente inexpresiva.

Me le acerque a uno y le pregunte el porqué no luchaba, el porqué no estaba envuelto en la desesperación, a lo que respondió que no tenía porqué luchar contra un enemigo completamente invencible, ya que sin importar que, tarde o tendría que sucumbir ante eliminación repentina de su conciencia.

Pensativo vire mi cabeza y mire absorto de esperanza al abismo que estaba a punto de tragarme y solo espere.