Los lazos de amistad son uno de los lazos más fuertes que podamos tener en la vida. A veces en nuestra propia familia no encontramos lazos tan fuertes como con un amigo. Una familia es la que Dios nos ha regalado y un amigo es el que nosotros mismos nos hemos buscado. Esa relación se fortalece con los años hasta el punto que se forma una hermandad.

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Dicen por allí que quien tiene a un amigo tiene a un gran tesoro. Yo tuve la suerte de tener varios amigos en mi vida. Los consideraba como mis hemanos por afinidad. Lo eran todo para mí. Con el paso del tiempo las pruebas a las que nos sometemos en la vida nos llevan a cambiar de opinión. El sentimiento queda porque el amor no muere pero la decepción nos lleva a otro nivel.

Mi mejor amiga en la juventud era mi gran admiración. Yo no tenía familia a quien imitar y me la encontré a ella. Alegre, chistosa, amigable, justo lo que yo anhelaba para mi personalidad introvertida. Trataba de estar con ella y con su familia el mayor tiempo posible. Conocí a todos y a cada uno de sus hermanos, de sus padres, de sus tios, sus abuelos, sus vecinos, etc, todos pasaron a ser parte de mi familia personal.

Con el tiempo me fui dando cuenta que algo pasaba con mi amiga, ella me decía que no pasaba nada pero empecé a sentir ciertas cosas que me molestaban, al punto que mi corazón se entristecía y lloraba. Soporté más por el hecho de que soy muy sensible, yo misma la justificaba pensando que quien tenía la culpa de todo eso era yo, por ser como era, por ser como soy.

Una vez su familia me invitó a irnos en grupo a una salida para disfrutar en un local familiar. Soy una mujer que no toma licor porque se embriaga fácilmente pero me dieron una bebida preparada y dulce para que yo soportara el sabor y así lo hice. Tomé esa bebida tan deliciosa y al poco tiempo me sentí un poco como en el aire, mareada y me detuve.

Le dije a mi amiga que me acompañase al baño porque me sentía mal. También le comenté en secreto que me daba vergüenza con los demás el que yo estuviese así. Ella de inmediato me sometió a la burla de todos, dijo en voz alta…

“esta ya se embriagó y no puede ir sola al baño.”

La idea era que me acompañara pues yo estaba muy mareada y temí caer, pisar mal o no ver donde me quedaba el lugar del baño. Ella salió disparada hacia adelante y yo me quedé atrás. Pude ver a donde ella iba, allí me dejó y se fue con el grupo.

Me dio tanta pena que ya no quise tomar más. Regresé del baño y después de tomar agua sola durante un tiempo me sentí poco a poco mejor. Decidí retirarme y despedirme de todos. Todo el camino de regreso a casa lloré por ese desprecio que me hizo.

En otra oportunidad llevé a una amiga mutua a su casa para compartir un rato. Desde que llegué me hizo varios desplantes, hasta que ya no aguanté y me dirigí a mi auto a llorar. Mi otra amiga salió al rato a buscarme porque no me encontraba y me hayó sola en el auto con la cara llena de lagrimas. Le conté y ella me confirmó que se dio cuenta del trato pero no le dio relevancia, yo sí. Se supone que es mi hermana.

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Después de muchas ocasiones como ésta decidí no ir más a su casa. No la visité por un tiempo, ella ni se inmutó. Creo que yo fuí su amiga pero ella de mí no lo fue.

Con los años decidí buscarla para hablar con ella sobre ese tema pero ella nunca acudió a mi llamado, no atendió mis mensajes ni llamadas, ni quiso saber más de mí.

A decir de sus hermanos yo le hice un gran daño a ella, por lo que no quería saber más de mí. Quería llegar a un perdón para cerrar ese círculo de mi vida pero ella nunca lo permitió. Le dejé dicho con sus hermanos que yo la había perdonado a lo que me contestaban que ella a mí no.

Siento en mi corazón que el amor por ella continua, que a pesar de sus ofensas y desprecios yo decidí perdonarla con el tiempo. Me doy cuenta que ella también está dolida por lo que considera que yo desprecié su amistad pero así no se tratan a los hermanos, amigos o a nuestros seres queridos.

Ya no hay vistas atrás, solo queda el recuerdo de esa unión que será eterna en mi corazón pero destruída por nuestras acciones. Doy gracias a Dios que ella no fué mi única hermana y aún conservo a dos hermanas, una es desde los tiempos de mi adolescencia y la otra del tiempo de mi adultez joven. El resto solo son amigos de ratos agradables.

Esta es mi publicación creada a partir de mi imaginación para el concurso de “una imagen una historia” de la amiga @franyeligonzalez en la comunidad @worldofxpilar.

Invito a participar a las amigas @yokondap y @eve73. Para más información sigue éste ENLACE

El 10% de mi publicación ira para @wox-helpfund.

Yo soy @gertu de Venezuela para el mundo.