Hace algunos días Amanda había notado a Lucía distraída, su mirada estaba apagada y triste, sin embargo al preguntarle trataba de enmascarar todo con una sonrisa, se dio cuenta que Lucia necesitaba ayuda para expresar lo que sentía y debía hacerlo pronto pues podría explotar de la peor manera posible, Amanda temía lo peor.

Un día, luego del trabajo en la oficina, la invitó a tomarse un café en un sitio nuevo, que se veía muy familiar y era ideal para hablar con tranquilidad, Amanda le hizo saber que podía contar con ella, que para eso eran amigas, que la vida no las había unido por casualidad, y al finalizar esas palabras Lucia rompió en llanto, sorprendiendo a Amanda, ya que no esperaba que lo que la contenía fuese tan grave.

^{Imagen tomada de la publicación de @franyeligonzalez}

Lucia hace unos meses había sido diagnosticada con cáncer, el cual no tenía cura y el tratamiento solo era para aliviar los síntomas, al que decidió no someterse para no pasar lo que le resta de vida en un hospital, pero por más que trataba de afrontar la situación con optimismo, la dura realidad era que le quedaba poco tiempo de vida y estaba muy sola, sentía que no tenía con quien compartir el tiempo que le quedaba, ya que su esposo había fallecido hacía ya unos tres años en un accidente de tránsito y el resto de su familia había muerto durante la pandemia.

Ante todo lo que le contaba, Amanda buscaba en su interior las palabras que pudieran reconfortar a Lucia en su difícil situación, sin embargo el escenario no era nada fácil, así que en silencio le pidió a Dios que hablara por ella.

Cuando Lucía terminó de desahogarse y llorar, le preguntó a Amanda, Qué puedo hacer?, Amanda la tomó de la mano y le dijo, lo único que puedes hacer es vivir, a lo que Lucía le respondió, no has escuchado nada?, no me queda vida y Amanda le dijo: Si te escuché, y lo hice con el corazón, vas a morir, pero no será en este momento, lo que te digo es, que no pases tus últimos días lamentándote por lo que no hiciste, o dándote golpes de pecho por lo que no podrás hacer, sino que trata de vivir el presente, si te queda una hora de vida, entonces disfrutemos este café y nuestra amistad, si te queda un día, haz que ese día sea maravilloso y valga la pena despertar y así hazlo con cada día que no mueras.

Lucía sintió un destello de luz en su alma con aquellas palabras que estaba escuchando, se sintió en paz y pudo ver un camino hermoso a seguir, aquellas palabras la llenaron de vida y desde aquel maravilloso café, empezó a disfrutar cada día de su vida, estaba más viva que nunca, no pensaba en el tiempo de la muerte, pensaba en el tiempo de la vida y así fue viviendo cada día, y ya han pasado 20 años, el amor, la amistad, la voluntad, la actitud, todo lo positivo de su vida la sanó, física, mental y espiritualmente.

Lucia a partir de su recuperación, dedicó su tiempo a motivar a aquellas personas que viven la misma situación, les mostró que la vida tiene muchos signos para continuar, que no le pongamos el punto final a nuestra historia, cuando todavía hay mucho por contar.

Esta es mi participación en el concurso de la amiga @franyeligonzalez, quien una vez más nos invita a crear a partir de una imagen, anímate a participar, acá te dejo el enlace

Invito a los amigos @solperez y @casv

Gracias por leerme, te deseo salud y bienestar; además de éxito en todos tus proyectos de vida.

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