Quedaban pocas horas para comenzar la función. Daniela caminaba nerviosa por la sala con un cigarrillo encendido. No sabía qué pensar y si con la situación de su padre enfermo debía tocar esa noche.

El clarinetista, el invitado especial, llegaría muy pronto. Daniela dudaba entre suspender o proseguir con el evento. ¡Qué diría su madre si estuviera viva! Seguro la tildaría de descorazonada: “Papá en cama y tú no estás a su lado”, rezongaría.

Don Emilio, su padre, la impulsó para que estudiara música; la apoyó en los momentos más difíciles para que no abandonara el exigente piano. Por él, seguiría adelante con el concierto.

Bruscamente, se abrió la puerta. El Prof. Silva apareció, y con tono de enojo y resignación exclamó: "¡Señores, concierto cancelado! Lamentablemente, el padre de Steve, el clarinetista, enfermó de repente por lo que anunció que por causas de fuerza mayor no podrá tocar esta noche".