Recordando mis navidades pasadas de mi niñez junto con mis padres eran momentos muy felices con ellos, me enseñaron amar la navidad, me recuerdo cuando íbamos a la plaza habían cantos navideños, gaitas, pesebres, adornos y luces de navideñas por todas partes, los niños corrían, jugaban y patinaban, la navidad es como si hubiera amor en los aires que penetra en el corazón de uno donde muchos sienten el amor navideño.

Ese amor navideño que debe estar presente en cada uno de nosotros todo el tiempo porque estos meses es de regalar, compartir con amigos, y familiares es como si ese amor brillara en nuestros corazones cada año en los que aman y creen en los sueños de la navidad, son como niños alegres felices que no ven el mal en ninguna parte sino paz y alegrías.

Mi ambiente navideño es de felicidad desear el bien a todos los demás y estar junto a mi familia y amar a los que están en otro país y recordar a los que se han ido a mejor vida y esperar que el año venidero nos traiga buenas nuevas para todos, no importa que estemos en tiempo de coronavirus disfrutemos de las navidades como nunca porque la navidad estará siempre en nuestras vidas y cada año es diferente y esa esta dentro de nosotros, disfrutemos de nuestro espíritu de navidad a cada instante.

Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría. (2 Corintios 9:7)