Había una vez una delfina azul que vivía en un arrecife en las profundidades del mar, era muy linda y dulce, ella siempre esperaba que vinieran visitantes cuando pasaban los barcos pesqueros porque le daban de comer pescados, ella se alegraba y comenzaba a brincar y hacer movimientos con su cola, se acercaba a los niños y ellos lo acariciaban y ella con su cabeza le hacía movimientos para que ellos fueran a jugar con ella, los niños se lanzaban al mar y duraban muchas horas allí jugando con la delfina azul.

Pero un día los niños estaban esperando a la delfina azul para jugar con ella y ella no apareció, a todos les pareció raro que la delfina no se viera por la costa, los niños se pusieron muy triste, algunas personas salieron a buscarlas debajo del mar, en los barcos recorrieron todas las costas, pero la búsqueda fue negativa, todos en la aldea estaban triste porque su pequeña delfina azul no aparecía ya el mar no se sentía igual y los niños estaban muy desconsolados, hasta que un día vieron por la televisión que su delfina azul fue atrapada y encerrada quitándole la libertad para realizar eventos y divertir a las personas.

Los niños de la aldea al ver eso se reunieron y decidieron ir en busca de su delfina azul, emprendieron su viaje y llegaron al lugar, era de noche y ellos entraron al acuario y buscaron la manera de sacar a su delfina azul para darle su libertad y volviera con ellos a su dulce hogar.

Al lograr rescatar a la delfina el dueño corrió y los niños salieron corriendo atraparon a vario pero la delfina se fue con un niño por el mar, los habitantes de la aldea se acercaron al acuario al ver que sus hijos no estaban ya que ellos dejaron una nota y vinieron a su defensa y al rescate de su delfina ya que ella daba vida a esa pequeña aldea que se encontraba cerca de su hogar.

Conoce bien la condición de tus rebaños, y presta atención a tu ganado (Proverbios 27:23)