Había una pequeña aldea cerca de una isla vivían pocas personas y eran de la tercera edad, en esa aldea vivía un señor que era curandero, curaba con plantas medicinales, le llegaban muchas personas para que los sanaran, un día llegó un hombre acaudalado en su carro y llevaba un joven de 18 años que era su hijo y estaba presentando una enfermedad que era una manchas blancas en su cuerpo y los médicos le diagnosticaron bacilo de Hansen (Lepra), el curandero lo atendió y dijo si es Lepra y tiene que dejármelo para curarlo, el padre se fue triste porque tuvo que dejar a su hijo.

El curandero empezó a orarle, colocarle plantas encima de su cuerpo, lo subió a la isla, lo envolvió en la tierra dejó que agarrara sol y sereno, en esta isla había inmensos arboles y el agua era cristalina y corría por todos los alrededores, la curación tenía que ser en luna creciente 7 veces lo cubría con tierra y 7 baños en el mar que rodeaba la isla y 7 ramazos de plantas, durante 7 noches debía tomar pócimas calientes de un árbol que estaba en la isla más 7 oraciones con masajes de ramas en el cuerpo, y le daba frutas para comer y bastante líquido para tomar, al joven se le fueron desapareciendo las manchas y se le veía mejor semblante, el curandero le habló del creador y le dijo tu curación viene de parte del ya estas curado agradéceselo a Dios que es tu padre eterno.