Temer o tener miedo a algo, es normal, esto ocurre cuando desconocemos algo, o simplemente cuando una situación nos pone vulnerables. Tenerle miedo a algún animal, es originado por una experiencia grotesca con dicha especie; tenerle miedo a la oscuridad proviene de haber sido objeto de encierros o de privaciones de luz en momentos críticos; también se debe a temor a ser heridos o lastimados física, emocional o psicológicamente.

Tener miedo a reprobar un examen o a no ser aceptado en un trabajo se puede deber a estar mal preparado, tener miedo a un rechazo amoroso es más una cuestión de sentimientos, y si no tenemos claros los sentimientos de esa persona hacia nosotros es lógico recibir un rechazo. En virtud de los temores se debe trabajar en ellos para superarlos, y la mejor manera de hacerlo es enfrentándolos, haciendo precisamente lo que nos da miedo es lo que nos ayudará a dominarlos.

En lo personal, yo tuve mucho miedo del futuro, de fracasar como profesional, de no ser capaz de proveer los recursos para mantenerme y mantener a mi familia, pero ya eso lo he superado, ¿Qué hice?, estudié, me preparé, trabajé, tomé experiencia, dentro de la misma experiencia surgieron otros temores, cuando trabajaba, tenía miedo de fallar y que me botaran de la empresa, el miedo era a quedarme sin trabajo. Sin embargo, en la medida en que me fui preparando, esos temores se fueron disipando, ya que mi especialización me permitía estar más sólido e incluso subir y ascender en las organizaciones para las cuales trabajé. Pasé a ser desde asistente de ventas a Gerente de Ventas y ahora soy Profesor Universitario y Consultor de Empresas.

Soy de los que pienso que tener miedo es bueno, primero por que nos mantiene alertas, segundo por que nos ayuda a identificar nuestras debilidades y así poder trabajar en superarlas. Al mismo tiempo, los miedos son muestras de inseguridad sobre algo, y en ello, nuestra voluntad tiene mucho que ver para poder enfrentarlas y vencerlas.