Es un placer estar de nuevo por acá para realizar mi publicación en el Weekly Contest, "Creating Stories Week #7". /Concurso Semanal, "Creando Historias Semana #7". Promocionado por el amigo @adeljose. Si desean unirse al concurso les dejo el enlace y espero leer sus publicaciones.

Solía escuchar a mis abuelos contar las historias más increíbles y espeluznante que acontecieron hace muchos años atrás en el pueblo donde actualmente hábito, con frecuencia pensaba que eran ficticias o basadas en inventos de los habitantes quienes buscaban de cierta manera llamar la atención.

La mayoría de sus historias trascurrian a media noche así que no me preocupaba pues no andaba en la calle a esa hora hasta este día que se entretuve más de la cuenta en una fiesta a unas cuadras de mi casa, debía regresar y decidí llamar a casa para avisar que iba en camino. Por mi mente comenzaron a pasar todas esas historias pero no siento miedo y sigo mi camino hacia mi casa. Podría decir que es normal encontrar en la calle a un adulto a estas horas pero un niño demasiado extraño, me dije a mi mismo ¿Que hace un niño sólo en la calle? ¿Y sus padres?

Me acerque al niño y les confieso que en ese momento sí tenía el corazón acelerado, le pregunté que hacía a esta hora en la calle pero solo lloraba y llamaba a su mamá, lo teme de la mano y camine con él buscando a sus padres. Me pidió que lo cargará ya que estaba cansado, yo lo pensé un momento y aunque aún sentía miedo pense ¡Solo es un niño! lo cargue y seguimos caminando pero no había nadie más en la calle, camine largo rato con el niño a cuestas, quizás durante horas y apenas estaba a unas cuadras de mi casa. Ya estaba confundida y cansada pues la calle parecía no tener fin.

Le dije: ¡Necesito que me digas dónde vives pues debo ir yo también a casa! En ese momento baje al niño y lo pare en el suelo pero al bajar al niño se veía raro ya no era un niño normal, era un duende, yo me asusté muchísimo y me aleje muy rápido de él, me caí pero de inmediato me levanté y corrí y corrí sin atreverme a volver a mirar hacia atrás; hasta que conseguí a mis padres de frente quienes habían venido a encontrarme.

Les dije que debíamos huir pues había un duende en la calle, mi padre se rió y me dijo: ¿tu no crees en esas cosas? a lo que le respondí:¡Ahora sí¡ Hay un duende en esa calle, se presenta como un niño y luego se transforma. Mi padre me contó que según la historia de los abuelos si aceptas llevarlo a su casa jamás podrás salir de esta calle, tu abuelo solia decír que a media noche la única forma de pasar por esta calle es sin deterte por nada ni nadie.

Después de esta ocasión procuro no quedarme hasta tarde en la calle y menos sola, pues está no es la única historia espeluznante que acontece en mi pueblo.