Una imagen, una historia / Huida mortal
Imagen modificada en Paint Brush. Fuente: @franyeligonzalez
Los tres hermanos regresaron a casa al anochecer. Se estaban bajando del carro cuando vieron que alguien saltaba el paredón de la vivienda. Un ladrón se había metido. Y rápidamente los muchachos entraron a la casa y revisaron.
Notaron que había violentado la pequeña caja fuerte que estaba en la habitación que era de sus padres, y se dieron cuenta que el sujeto se había llevado algunas joyas y unos dos mil dólares en efectivo. “Con razón salió como volando por encima del paredón”, comentó uno de los chicos.
-Manos a la obra –dijo uno de los jóvenes-. Tomemos linternas y pistolas y vayamos a buscarlo. Llevemos a Wilson para que nos ayude. Fue un error habernos llevado al perro a la ciudad. Parece que se dieron cuenta de ello.
Los muchachos se encaminaron por entre la llanura y, al parecer, el perro intuía que por allá iba alguien huyendo, porque en el acto tomó una misma dirección, gruñía y apuraba sus pasos.
-Anda, Wilson. Ayúdanos a encontrar a esa maldita rata –le ordenaron.
El cielo estaba nublado, había una brisa húmeda y tibia. A lo lejos, en el horizonte, se veían relámpagos y se escuchaban truenos. Parece que se acercaba una tormenta. Pero a los muchachos eso no les detenía, puesto que su determinación de hallar al ladrón era similar a la obsesión de Wilson, quien seguramente ya seguía el rastro a través de su poderoso sentido del olfato. Y allá iba el perro, como muy seguro de lo que andaban buscando sus dueños.
Fuente
-El perro ya sabe por dónde va. Y por aquí se ven las huellas del tipo. Va derecho hacia el caserío –comentó uno de los chicos.
Los truenos y los relámpagos se hicieron más fuertes y por allí cerca, el resplandor hizo que se viera al que huía de los que le perseguían. Fue cuando Wilson corrió más rápido y ladró.
-Por allá va. ¡Alcancémosle!
En eso cayó un rayo a unas decenas de metros más allá de donde iba el perro. Del ruido tan fuerte los muchachos se echaron al suelo. Miraron hacia donde el rayo había impactado y allá se veía algo de fuego. El perro ladraba y los muchachos siguieron. Pero allá, justo donde el pasto se había encendido, se encontraron con un cuadro realmente espantoso: el ratero yacía con la cabeza toda chamuscada.
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Muchas gracias.
Saludos amigo @enrisanti, un rayo puede alcanzar a una persona de cualquier manera y sin aviso previo.
Ahoar me quedé pensando en el perrito "Wilson", será que lo encuentran?
Hasta pronto.
A estas alturas ese pobre animal debe haber pasado a mejor vida. Lo otro es que pudo haber llegado a alguna comunidad indígena y se quedó allí.
Gracias por tu apoyo, Mari.
Amigo, eso le pasó al ratero por andar buscando lo que no se le había perdido...
Muy interesante relato. Felicitaciones y éxitos.
Gracias por el comentario, amiga. Sin embargo hay tanta plaga suelta en este mundo que ni zancudos les pican.
Hola amigo, muchas gracias por tu entrada, vaya una historia de persecución y con un final horrible e inesperado. A veces las personas en el momento que cometen actos ilícitos reciben su propia sentencia o su propio castigo.
Buen trabajo, saludos!!😊
Gracias por el comentario, amiga. Saluditos.