Él tenía los ojos verdes, los más hermosos que había visto en mi vida, parecían gemas de esmeralda. Mirarlo a los ojos era todo un desafío, porque sabía que lo que pidiera lo obtendría de inmediato, así de subyugante era su mirada. Pero yo no estaba en esos momentos lista para tener ningún tipo de encuentro que afectara mis emociones, así que evité esa mirada por mucho tiempo. Mi propósito era estudiar, solamente eso.

 
Los años pasaron y me gradué en oftalmología, la carrera que me gustó desde que me adaptaron aquellos lentes a la edad de doce años. Eso fue una tortura en la escuela, con feos apodos los niños despiadados se burlaban del grosor de mis cristales. Fui una aventajada estudiante y en cuatro años y medio obtuve mi título, luego mi especialización y me fui a trabajar a un pueblo llamado “Los Frailes”.

 

La vida transcurrió tranquila, una operación de miopía, realizada en el mismo instituto donde trabajaba por un exitoso colega, había eliminado mi problema visual y ya no necesitaba usar anteojos. El trabajo diario, muchos pacientes con problemas diversos, me mantenían ocupada, a veces se presentaban casos inusuales como ocurrió ese 24 de octubre, cuando el mismo personaje de ojos verdes se presentó en mi consultorio.

 

Esta vez no evité mirarlo, pero intenté no sumergirme en la profundidad de sus ojos. Con seriedad le invité a pasar a otra sala para hacer la revisión del caso, un ligero enrojecimiento no pasó desapercibido. Al hacer la exploración oftalmológica algo insólito llamó mi atención. La anatomía de sus ojos era totalmente diferente a las que conocía, no tenía cómo comparar con literatura alguna, era algo totalmente asombroso.
 

Su retina, totalmente aplanada, se levantaba como una antena atada con finos hilos de color negro, que a su vez se amarraban a otras retinas, y en la parte inferior un mar verde invitaba a navegar en él, a olvidar el mundo circundante, a sumergirse en sus aguas y explorar sus profundidades sin ningún tipo de miedo. Ya no pude despegarme de su hechizo y ahora estoy aquí, atenta a todo lo que Romualdo pida porque sus deseos son órdenes para mí.

 

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Esta fue mi participación para la propuesta que hace @xpilar, la cual puedes leer aquí. Él reliza una imagen digital y a partir de allí creamos una historia.

Mi contenido es original

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@charjaim