[ESP-ENG] ¿Lo prometes? /relato inspirado en la imagen digital de @xpilar. ( Concurso de relatos escritos (109) // Promise? /story inspired by @xpilar's digital image ( Contest of written stories (109)

Xpilar era un joven aventurero al que le gustaba explorar la naturaleza. Tenía 15 años, pero su mentalidad era la de un adulto dispuesto a tomar decisiones por sí mismo y hacer lo que más le gustaba, crear y aprender algo nuevo cada día.

Cuando salía del colegio, siempre se escapaba sin avisar a sus padres, aunque ellos le prohibieran salir, Xpilar hacía lo que le apetecía.

— No puedes escaparte y perderte cuando te apetezca. -Su padre le decía: "¡No es posible que no sepamos nada de ti durante horas!

Siempre pensó que tenía unos padres muy estrictos y no entendía que sólo intentaban protegerle y enseñarle que tenía que respetar las normas y aprender a obedecer, no escabullirse y arriesgarse a que le pasara algo por su cuenta. Pero los consejos le entraban por un oído y le salían por el otro.

Un día, los padres de Xpilar fueron invitados a pasar un fin de semana en la cabaña del señor Floopy, que se encontraba en lo más profundo del bosque y era un lugar rodeado de hermosos paisajes que te sumergían en una paz que distaba mucho de ser normal.

Antes de salir de la casa, la madre de Xpilar le hizo sentarse en el sofá y tener una charla muy seria con él.

Hijo, por favor, recuerda que vamos de visita y debes comportarte, te pido que te quedes con nosotros y disfrutes con los hijos del señor Floopy, pero no te alejes, mantente cerca, ¿lo prometes? Sí mamá, dijo Xpilar mientras cruzaba los dedos detrás de ella, sin que se diera cuenta de que estaba mintiendo.

Entonces partieron, para llegar a la cabaña, tuvieron que dejar los coches en un valle y caminar el resto del camino. Esto le vino muy bien al joven aventurero, que sacó su cámara y empezó a hacer magníficas fotos del sendero. Consiguió fotografiar pájaros de muchos colores, una serpiente colgada de una rama y un oso hormiguero.

Al llegar a la cabaña y acomodarse, lo primero que vio Xpilar fue la cantidad de árboles y flores que los rodeaban, emocionado sacó su cuaderno de dibujo e inmortalizó algunos de ellos y puso fecha y firma

De repente, se fijó en unas extrañas plantas que se abrían y cerraban formando una línea recta que apuntaba hacia un pequeño camino. Sabía que si desobedecía a sus padres le iría muy mal, pero la llamada de la naturaleza era importante y tenía que ir. Así que esperó a que todos se descuidaran y escapó siguiendo las indicaciones de las plantas del suelo. Caminó bastante y el camino se volvió más peligroso, las espinas rozaban y lastimaban su piel, pero Xpilar estaba decidido a continuar a pesar de los obstáculos, se encontró con escorpiones, un enjambre de abejas, más serpientes y una pendiente donde casi muere al resbalar.

Después de cruzar otros árboles espinosos, salió y se encontró con una hermosa laguna, encerrada por montañas que parecían sombra oscura que la adornaban, y nubes que parecían algodón de azúcar. Maravillado ante tanta belleza comenzó a reírse y a girar mirando el cielo, giraba y giraba con los brazos extendidos hasta que cayó en la arena sumergido en una paz absoluta, pensando en la obra de arte hecha por Dios y olvidando lo tarde que era. Luego se levantó y se acercó a la tranquila laguna, el agua se veía muy limpia llena de hermosos peces de colores. Entonces metió un pie en el agua y los peces le hicieron cosquillas, luego metió el otro pie y dio un paso, dos pasos, tres pasos y el agua ya estaba por encima de sus rodillas.

Él no podía creer la suerte que tenía de encontrar ese paraíso, y pensó en disfrutarlo al máximo, siguió avanzando lentamente y el agua le cubría las caderas, sintió un poco de miedo porque nunca había estado en una laguna, pero pensó que no pasaría nada y se llamó a sí mismo tonto por tener miedo, entonces avanzó hasta que el agua le llegó al cuello, se quedó un momento tranquilo esperando, pero no pasó nada extraño, y empezó a nadar, ya no tenía miedo. Cuando se dio cuenta de que sus pies ya no tocaban el fondo, le pareció aún más divertido.

Pero de repente, Xpilar fue arrastrado hacia el fondo y se asustó mucho, descendía tan rápido que era imposible ver lo que le arrastraba, intentó gritar pero sólo perdía el aire formando burbujas, luchó por nadar pero su fuerza no era rival para lo que le remolcaba. Su respiración se agotaba y poco a poco sus ojos se fueron cerrando y ya no sentía su cuerpo, el sonido parecía desaparecer y repentinamente escuchó un débil susurro, era la voz de su madre que le pedía que prometiera buen comportamiento. El intentó pedir perdón y todo se volvió completamente oscuro.

Cuando abrió los ojos notó un hermoso rostro frente a él y sintió su boca caliente, una joven lo estaba besando, Xpilar correspondió de alguna manera a ese beso y cuando ella se retiró un poco se dio cuenta que podía respirar bajo el agua, y también tuvo la oportunidad de observar mejor a esa hermosa chica. Su cabello se movía como ondas que hipnotizaban y eran amarillas como el sol brillante, su cuerpo tenía unas curvas perfectas que le encantaron. La joven le hacía sentirse cómodo en aquella situación tan extraña e irreal. Xpilar tenía muchas preguntas, y de repente la escuchó en sus pensamientos:

— No es un sueño, está en mi mundo. —Dice la voz.
— Si esto no es un sueño, ¿estoy muerto? —Pregunta Xpilar.
— Tampoco estás muerto, te he salvado del señor de las profundidades, te iba a tragar.
— ¿Quién eres?, pregunta Xpilar.
— Soy la princesa de todo esto, y ahora este será tu mundo, ya no puedes regresar.
— ¿Por qué no puedo?
— Porque ya no puedes respirar fuera del agua.
— Oh no, mis padres...

Xpilar no creyó las palabras de la princesa y nadó hacia la superficie, cuando el agua le llegaba sólo al cuello se dio cuenta de que era verdad que no podría durar mucho tiempo sin estar fuera del agua, se sintió un poco triste por sus padres y una lágrima apareció, pero la princesa le puso el dedo en la mejilla y le sonrió invitándolo a conocer su nuevo mundo, el mundo de Xpilar.

Desde entonces se cuenta que un joven aparece en esa laguna, esperando poder ver a sus padres para despedirse.