De nuevo me anoto en el concurso, que semana tras semana, nos trae nuestro amigo @adeljose, con el apoyo de @worldofxpilar. La imagen inspiradora de mi relato es esta de mi autoría. Mi vecina Eísa con una de mis máscaras.

Joaquín era un hombre muy malo, sobre todo con los niños, disfrutaba haciéndoles maldades.

Una vez agarró a los hijos de Pancha y los puso a pelear con los ojos vendados, mientras ellos se lanzaban golpes a ciegas, él les daba con un palo por la cabeza, ambos quedaron muy maltrechos y adoloridos, pero no dijeron nada, por miedo, Joaquín era un gigantón, de fuerza descomunal, además su papá era el dueño de la bodega del pueblo, y al que no estaba bien con él hacía que su papá le vendiera las cosas más caras.

Solo Manuel no le tenía miedo, eso que era chiquito y flaco como un lápiz, pero eso sí, corría como un conejo.

El papá de Manuel era el curandero del pueblo, y la gente decía que tenía poderes sobrenaturales, decían que se convertía en venado en las noches, y que era capaz de leer el pensamiento.

Manuel decía que esas eran puras tonterías, que su papá solo sabía de hierbas.

-¿ Y por qué tú no le tienes miedo a Joaquín? -le preguntábamos a Manuel.

Y el respondía sin darle mucha importancia al asunto:

Papá me dice que no le tenga miedo a nadie, además yo soy muy rápido, jamás me alcanzará ese elefante 🐘.

Un medio día, a la salida de la escuela, venía Manuel con una chupeta en la mano ✋, dispuesto a destaparla para saborear su delicioso sabor a frambuesa, cuando Joaquín le salió al paso, trató de correr, pero el mastodonte lo tenía agarrado fuertemente por el cuello, los otros niños se quedaron inmóviles del terror.

Manuel se desmayó y Joaquín lo arrastró por el pelo hacia un árbol 🌲, le iba a dar un golpe cuando la voz del padre de Manuel retumbó como un trueno "déjalo".

El padre de Manuel era también pequeño y flaquito como su hijo, además era muy viejo para derrotar a Joaquín.

Aflojó a Manuel y se vino contra su padre, pero ahora más violento y decidido.

El padre de Manuel le dijo levantando la mano:

-Detente o no respondo.

Pero Joaquín dio un paso más al frente, amenazante, llevando en la mano la chupeta que le había quitado a Manuel.

Entonces el padre de Manuel puso los brazos en cruz, se arrodilló en la tierra y comenzó a decir unas palabras raras que nadie entendía; Joaquín empezó a quedarse como congelado sosteniendo la chupeta, comenzó a salirle una barba larga y blanca que partía de su labio inferior y le llegaba al pecho, su pelo también encaneció, y creció desmesuradamente, feo, seco, como una estopa; su rostro se envejeció y arrugó en un instante, quedando más bien parecido a una máscara; ya no era corpulento, sino más bien enjuto, débil.

Y así se quedó para siempre, petrificado frente a la escuela, su padre avergonzado se fue del pueblo, nadie se metió nunca más con los niños de la escuela.

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