Me complace mucho tener la grata oportunidad de decir presente en una dinámica auspiciada en esta comunidad porque, el tema seleccionado aborda una temática que está muy inmersa en nuestra cotidianidad ya que, el Internet forma parte de nosotros. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  La cotidianidad del ser humano tomó un giro trascendental cuando el avance tecnológico nos presentó los beneficiarios que nos puede aportar el uso del Internet; siendo esta la herramienta que se ha encargado de romper barreras comunicacional.

  Con el desarrollo que ha tenido el Internet, hoy día vivimos la era digital y donde la inmediatez siempre se hace sentir por ello, proyectar un estilo de vida sin Internet ya no es tan factible porque, todo gira en torno a esta herramienta.

  El Internet es una herramienta que está muy inmersa en mi día a día debido a mi trabajo por lo tanto, siempre tendré que hacer algo en el mundo digital. Sin embargo, por cuenta propia en varias oportunidades he decidido desconectarme de este servicio porque siento mucho colapso mental y, aunque la primera vez que lo hice me costó mucho este desprendimiento, con el paso del tiempo lo fui asimilando mejor ya que, logré alcanzar el bienestar mental que estaba buscando.

  Ahora bien, de manera involuntaria también me ha tocado desconectarme del Internet y, aquí la sensación es totalmente diferente a la anterior porque, cuando me he quedado sin este servicio por causas externas a mi, el trabajo que debía hacer se atrasa y esto termina siendo un gran problema ya que, no me gusta incumplir con mis deberes.

  Cuando esta novedad me sucedió por asuntos ajenos a mi causa, inicialmente estuve de mal humor porque mis responsabilidades laborales estaban comprometidas pero, después hice otras actividades que no tuvieran nada que ver con el uso del Internet y así mi estado emocional dejó de ser irritable. Les confieso que, cuando tuve esta experiencia aprendí que, si no tengo Internet por unas horas, puedo ocuparme en otras actividades que me permitan seguir siendo proactiva ya que, la inactividad no es una alternativa que me permito ejecutar en mi vida.

  Haciendo referencia al día que me quedé sin Internet por decisión propia, en esta ocasión mi día fue muy familiar y dedicado a mi bienestar emocional. De hecho, lo identifiqué como el día cuando nutrí mi estabilidad por ello, me gusta tener un día de la semana para desconectarme 100% del Internet.

  Soy comunicadora social y debido a ello, gran parte de mi trabajo como Periodista y Corporativa depende del mundo digital por lo tanto, para poder realizar mis actividades laborales como Estratega Digital, debo tener acceso a Internet porque, todo se moviliza vía online. De igual manera sucede con mi rol periodístico ya que, en Venezuela la presa es digital y para poder chequear las ediciones antes de que salgan, tengo que conectarme a Internet.

  Otro motivo que me impulsa a necesitar el servicio del Internet es por motivos familiares ya que, vivo en una ciudad distante a mi familia y, a través de las redes sociales o el WhatsApp nos mantenemos comunicados durante el día.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!