SEC-S8W5. "¡Se me fue la idea!". Mi participación

Como mencione antes, me pasa esto muy seguido. No solo en ocasiones cuando estoy expresando una idea en una reunión con familiares, amigos o compañeros de trabajo.

Me pasa mucho estos lapsus mentales cuando realizo una acción en particular. Un ejemplo es estar cocinando e ir hacia la nevera a buscar algo y ya estando en el sitio, no recuerdo para que fui al mismo.

Generalmente esto me produce sentimientos encontrados entre gracias, decepción y molestia. Es que no es un sentimiento único y, claro está, que no es un orgullo vivir este tipo de experiencia.

En el campo expresivo la situación consigue similares. Muchas veces al pensar o dominar un tema a cabalidad, la manera de expresarlo de forma entendible me lleva a tener estos lapsus mentales. Como mencione, el síndrome de los tres chiflados se hace presente y un gran número de ideas pelean por salir primero.

Por lo general, cuando se me presenta este tipo de lapsus, simplemente hago una pausa y, por lo general, digo con sinceridad la frase salvadora: Por favor, denme un momento… se me fue la idea.

Es que a pesar de que siempre sale alguien y comenta una frase que se usa mucho para criticar a quien realiza el lapsus mental y que reza así: Seguro era mentira lo que iba a decir, la sinceridad es la mejor manera para solucionar la situación.

Quizás quien esté bajo de la lupa del quienes escuchan pueda sentir alguna vergüenza y esto hace que se tomen dos acciones con direcciones puntuales. Con gracias aprovechando el momento para realizar algún chiste o comentario gracioso para minimizar la tensión o el camino de la molestia que, por lo general, está impulsada por sentirse apenado.

Este tipo de pausa crea un momento necesario para reorganizar las ideas y con ello seguir expresando lo que se venía profesando o para continuar realizando la acción física, ambas detenidas por ese molesto lapsus mental.

Aparte de las funciones motoras automáticas que se realiza en el cuerpo y que son administradas por el cerebro, existen una cantidad de ideas y pensamientos que muchas veces hacer colapsar el RAM del cerebro. En mi caso, esto es muy común.

Es por ello que muchas veces trato de tener una agenda de actividades. Si bien es cierto que no llevo una vida basada en tener cada ejecución necesaria en mi día a día anotada de manera estructural, trato en lo posible de apoyar mis actividades dentro de una agenda de trabajo.

En el caso de la expresión verbal o escrita, siempre creo un esquema de trabajo que me va guiando en el desarrollo de cada evento. No necesariamente esto está plasmado en el papel, pero si existe por lo menos un plan de trabajo o camino a seguir.

Hay que tomar en cuenta que existen agentes externos que pueden hacer varias o eliminar estos planes de trabajo. En la parte oral quizás aparezca una duda que interrumpe el hilo de la conversación y esto genere una desviación momentánea del tema.

En el apartado escrito, quizás un compromiso previo, una cita programada o la llegada de una persona pueden hacer variar el plan de trabajo que se plantea al principio.

Un ejemplo de esto es que, al momento de realizar esta publicación, tengo encendida la televisión como modo de acompañante. Sin embargo, tengo colocado sintonizado el juego de futbol entre Inglaterra y Ucrania perteneciente a la fase clasificatoria de la Eurocopa 2024.

Es claro que la prioridad es crear el escrito, pero en cada uno de los dos goles que ha anotado Inglaterra en el primer tiempo, mi atención se ha desviado a observar cómo se realizaron cada uno de ellos.

¿Por qué uno siempre mira al cielo buscando como salir del lapsus mental? Imagen hecha con mi teléfono Xiaomi Note 9 y tratada en la aplicación móvil ToonArt.

Es lógico imaginar que esto hace que mi atención sobre el tema que estoy tratando sea desviada y que el hilo de la idea principal se pierda por unos instantes. No es una situación lógica o normal para dedicarme a hacer un escrito y muchos pensaran que escuchar música sería mejor solución. En mi caso me distraigo más con la música.

La solución para retomar la idea que da base al escrito es releer lo que había plasmado ya en la PC. Esto, aparte de devolver mi mente al tema en cuestión, me sirve para revisar cualquier horror gramatical que eh cometido. Aunque muchas veces se me escapa alguno.

Es quizás por este tipo de distracciones, que son muy comunes cuando realizo algún trabajo escrito o cuando me expreso verdalmente en una presentación, que siempre trato de tener programado un esquema de trabajo para retomar de manera un poco eficiente al hilo del tema o acción que desarrollo.

¿Qué tiene que ver las distracciones con los lapsus mentales? Bastante. a mi parecer, son las primeras causas para crear el efecto de quedar estático sin continuar lo que se realizaba. esto entra en el parámetro de dispersión que se refleja en este tipo de lapsus mentales.

Claro que existen, digámosle trucos, para canalizar las idea en momento de apremio o confusión que pueda tener como desenlace un lapsus metal evidente. El repetir la pregunta que se nos ha hecho como inicio de la respuesta que comenzamos a dar, es el más popular.

Esas décimas de segundo o segundos que se usan repitiendo la pregunta en forma de respuesta da el tiempo suficiente para que el procesador cerebral coordine las ideas y se pueda dar una respuesta adecuada.

Sin ánimo de menospreciar o de denigrar a quien se sienta identificado con lo siguiente. Para realizar este truco se debe tener un procesador cerebral bien rápido y un RAM bastante eficaz para que se logre hacer efectivo el mismo.

Hay veces que me ha funcionado esto y en otras a resultado un gran desastre. Es quizás que considero muy importe las pausas. Es que muchas veces es mejor buscar la eficacia que la rapidez a la hora de generar respuesta.

El ir lento no es signo de debilidad. Es la manera más eficaz de lograr mejores acciones. O por lo menos en la mayoría de los casos o situaciones.

La aparición de estos lapsus mentales, así los considero yo, tiene muchas repercusiones. Algunas de manera grave otras de manera superficial. Lo cierto es que son experiencia de vida y de ellas podríamos aprender a corregir futuras acciones o simplemente tenerlas como anécdotas, graciosas o no, que podemos contar en alguna reunión social o situación parecida.

Dentro de esas anécdotas que me han ocurrido con los lapsus mentales, recuerdo una que en la actualidad me produce mucha gracia, aunque en el momento que ocurrió no tenía ese efecto.

Collage de imágenes del personaje que interprete en la obra teatral En Alta Mar en mi época como miembro de la plantilla actoral del grupo teatral de la Universidad Rómulo Gallegos. Me disculpo por la poca nitidez de las fotos, pero son fotos hecha con mi teléfono de las fotos que tengo guardadas en mi álbum personal. El escáner no quiso funcionar. Ley de Murphy.

En mis inicios en el mundo del arte dramático, yo formaba parte del elenco del grupo de teatro universitario de la Universidad Rómulo Gallegos que tiene su sede principal en la ciudad de San Juan de Los Morros, que es donde vivo actualmente.

Representábamos la obra teatral En Alta Mar del dramaturgo polaco Slawomir Mrozek y en una de las funciones que realizábamos en el escenario de la casa de la cultura de la ciudad, me paso algo muy curioso.

Si bien es cierto que la interpretación dramática posee un esquema de realización que se puede considerar infalible a errores, existen muchos agentes externos que pueden hacer cambiar el desenvolvimiento de los integrantes de la misma.

El estado anímico de los actores o actrices, el ambiente general, el lugar donde se representa, entre muchos otros factores, pueden hacer que se comentan acciones que no van directamente incluida en la pieza representada.

No puedo especificar qué motivo a que ese día no interpretara mi personaje de la manera que lo había realizado en veces anteriores. Lo cierto es que, en algún punto de la obra, cuando estaba a punto de interpretar un pequeño monologo que tenía dentro mis diálogos, me quede allí estático con la mente en blanco bajo el reflector que me iluminaba.

Mis funciones locomotoras no habían sufrido el pasmo mental. Seguí dentro de mi personaje moviéndome como lo había creado. Pero a nivel mental la historia era otra.

Recuerdo que a pesar de no estar mi mente activa de la manera que debería estar, gire con movimientos de mi personaje hacia mis dos compañeros de escenario. Me pareció muy gracioso, claro después del final de la representación, como a pesar de mantener mis compañeros sus personajes, las miradas de los mismos era una gran interrogante.

Algo así como que sus ojos gritaban a toda voz ¿Qué te paso, sigue? Yo no entendía bien la situación, pero seguía en personaje. Recuerdo girar hacia el público y ver la cara de cada espectador de las primeras filas que asumía que así era la pieza. Dentro de esas miradas encontré la de un gran amigo y compañero del grupo teatral que hacia esa noche de iluminador.

Con un leve gesto de sus manos me interrogo en silencio preguntándome haciendo gesto con su boca, pero sin emitir palabras, ¿Qué pasa? En ese momento es que mi mente dejo de estar en estado suspendido y el procesador comenzó a generar las acciones pertinentes.

Claro, al finalizar la representación, casi todas las conversaciones que se realizaron entre los miembros del grupo giraban en torno a lo que me había ocurrido. Era muy raro que me pasara algo así. Aunque soy del creer que nadie está exento de no pasar por una situación parecida.

Buscarle un motivo a este tipo de situaciones es algo complejo para mí. Hay una situación que se puede tomar como detonante principal de esto y es el estado anímico cuando está influenciado por la preocupación o por exceso de trabajo o de pensamientos.

Lo cierto es que lo lapsus mentales son un pan nuestro en la vida de muchas personas.

Hasta aquí esta publicación que pretende participar en el concurso. Espero que la misma sea del agrado de quienes la lean.

Antes de despedirme quiero invitar a @jennarg, @janemorane, @nanidi, @karianaporras y a @marulobo para que se unan a esta iniciativa.

Emoji creado en Bitmoji. Diagramación de mi autoría

Si quieres conocerme un poco más visita mi publicación de presentación en Steem atreves de este enlace