SEC-S17W2- Personas sin hogar en mi país

Para mí, es un verdadero placer abordar esta temática dentro de esta prestigiosa comunidad.

Quizás, algunos le echen la culpa al gobierno de turno, o a los familiares de la persona que vive en la calle, y por supuesto, el otro grupo de personas que responsabilizan al mismo individuo.

En este artículo, me gustaría exponer abiertamente lo que pienso respecto de este tema que, lo creamos o no, nos afecta a todos, irremediablemente.

Me gusta abordar temas conflictivos, generalmente, por medio de cuentos escritos o historias que saco de la vida cotidiana, sin embargo, esta vez, creo que iré por la calle del medio.

Aunque vivo en Chile desde el año 2018, soy natural de Maracaibo, Venezuela, y he recorrido más de la mitad de mi país, y ahora conozco una buena parte de Chile, entre otros lugares importantes de otros países, los cuales conocí, cuando éramos ricos, y no lo sabíamos.

Durante ese tiempo, no solo logré ver lo hermoso de algunos países que visité, sino que también pude ver, personas que por alguna razón no habían tenido la misma fortuna que otros, quedando en algún momento de sus vidas, desamparados, sin un techo y sin apoyo de la familia.

Después de responder las preguntas del desafío, les contaré una historia que pude vivir cuando conocí a Pedro, un indigente de la Av. La Limpia, en Maracaibo, hace más de 13 años.

También me gustaría invitar a esta iniciativa a mis amigas @helengutier2, @zhanavic69 y a @ciru2014, para que nos digan sus impresiones por medio de un artículo.

¿Hay personas sin hogar en tu país?

Indudablemente, sí. De hecho, pienso que no existe un país en el mundo donde no existan personas en situación de calle.

Justo ahora, vienen a mi mente las palabras de jesús cuando les dijo a sus discípulos: "Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis." Mateo 26:11, de manera que, desde tiempos antiquísimos, han sido parte de la cultura propia de cada país.

Aquí, en Chile, no pasa diferente; Personas vulnerables, son frecuentemente ayudadas por diferentes organizaciones para darles ropa de invierno y puedan estar un poco más abrigados durante las frías noches de otoño e invierno, donde muchos de ellos duermen envueltos entre cartones.

¿Cuál crees que es la causa que lleva a estas personas a estar en la calle, sin hogar y sin familia?

Esto es como preguntar: ¿Quién tuvo la culpa... El mono o el que le dio la hojilla?

Son muchos los factores que pueden influir para que una persona quede en la calle, y las principales son responsabilidades de él mismo.

Los problemas económicos, de adicciones y familiares, están estrechamente relacionados con su propia responsabilidad; Los problemas de salud, como los mentales, pueden generarse por adicciones también, aunque no todos tienen el mismo génesis.

Sin embargo, más que culpables, debemos centrarnos en el origen que desencadenó que una persona, quede en situación de calle, donde los factores económicos, juegan un papel importante, así como el acceso a una vivienda digna y accesible.

La discriminación también promueve esta situación, puesto que, todavía existen personas que tienen problemas serios con la raza y la orientación sexual, dificultando el acceso a una vivienda digna.

He notado que, mientras más pasa el tiempo, hay menos responsabilidades dentro del núcleo familiar, de apoyar y de ayudar a quienes más lo necesitan. Cada vez, son más las personas de la tercera edad que son depositadas en casas de reposo (ancianatos) y viven allí sus últimos días, lejos de sus propias casas y de la gente que ama, esa misma gente, que los puso en ese lugar, de manera que, podemos ver que la perdida de valores y principios morales y éticos, son la causa primordial para impulsar este tipo de comportamientos irracionales de los seres humanos.

Aunque la culpa puede ser del mono, también lo es del que le dio la hojilla.

¿Ha intentado el gobierno tratar o crear refugios decentes para ayudar a estas personas?

Aquí, en Chile, existen lugares que les llaman albergues municipales donde reciben, por la tarde-noche, a las personas en situación de calle para que pasen la noche protegidos, y deben salir en la mañana, al menos con el desayuno.

Ahora, estos lugares son "fundaciones" que son financiadas por el gobierno con dinero de los contribuyentes, es decir, es la gente que paga sus impuestos, lo quiera o no, y esto es algo que hace que se despilfarre el dinero y no se administre bien. De manera que, es una solución a medias la que ofrece el gobierno de turno, como si fuera un pañito de agua tibia para calmar el dolor.

En otras palabras, diría que, es como un mal necesario.

¿Qué podrías proponer para que estas personas no sigan en este oscuro mundo?

Mis propuestas son bastante sencillas y con sentido común: Lo primero es que, los familiares directos de la persona en situación de calle, deben costear los gastos que ellos generen, creando mejores condiciones para los afectados.

Aunque dependerá de lo que hizo que una persona viviera a la intemperie, también es importante educar a los miembros de la familia, en cómo manejar ciertas situaciones, para mantener seguros y bien provistos a quienes no tuvieron la fuerza de voluntad para salir adelante, y reeducarlos, para volverlos a insertar en la sociedad con las herramientas básicas de supervivencia, como lo es algún oficio; Creo que esto último, es lo menos que se puede hacer... y creo que podría funcionar perfectamente.

Una pequeña historia de mi vida:

Era un lunes, cerca de las 8 de la mañana, cuando estaba frente a una sucursal del banco provincial, para que abriera sus puertas y poder sacar dinero de un cajero. Luego de eso, iba a desayunar con mi esposa, en un lugar que queda en toda la avenida, y vendían muchas cosas propias de la ciudad.

Mientras estaba en la fila del cajero, escuché el cambur pintón de un cuarto, y al voltear, una persona como de 1.80 metros de altura, se preparaba para tocar y cantar algo; Vestido de ropa desgastada y algo rota, caminaba entre las personas que hacían su fila para otros cajeros o entrar a la sucursal para hacer una operación por taquilla.

Por alguna razón no quise escuchar, ni la música, ni el parlamento que seguro iba a dar.

Muchas personas no reciben una ayuda, porque muchos han abusado de la caridad de la gente, y han querido vivir de ello, pudiendo trabajar y salir adelante.

Rápidamente, salí del banco, nos dirigimos al puesto de comida. En ningún momento, la figura de esa persona se borró de mi mente, y por alguna razón, sentía remordimiento por no haberle colaborado con algo de dinero.

Llegamos al lugar y ordenamos lo que comeríamos; Aún no habían servido la comida, cuando siento a mi lado una presencia.

— Buenos días. Perdóneme el atrevimiento. ¿Sería usted tan amable de regalarme algo para comer?

En este momento entendí que, tenía que ayudarlo con algo, porque, aunque no lo ayudé al principio, no podía privarme de ayudarlo y ser bendecido de alguna manera.

— ¿Es usted el que estaba en el banco hace unos minutos?

— Sí. Quise tocar una melodía con la esperanza que alguien me diera dinero para poder comer. No lo hago desde ayer al mediodía.

No me gusta darle dinero a la gente para evitar que, si son adictos a las drogas, lo malgasten en eso.

— ¿Te gustaría sentarte a comer con nosotros?

El hombre, con los ojos un poco desorbitados por el asombro de mi ofrecimiento, aceptó.

— ¿Qué desea comer?, le pregunté.

— Cualquier cosa. Lo importante es que no gaste mucho.

— No te preocupes por el dinero. Te pido perdón por no haberte tendido la mano en el banco.

Para no seguir esperando la orden que habíamos pedido mi esposa y yo, invité al caballero a levantarse y fuéramos a los exhibidores de comida caliente para que escogiera lo que quisiera.

Empanadas, mandocas, un pedazo de queso y un jugo de frutas, pedí para mi nuevo amigo. El desayuno no duró mucho, pero me dio oportunidad de conocer que, estaba en situación de calle porque, mientras manejaba, perdió el control de su vehiculo y lo colisionó con otro; En el choque, pierde la vida su esposa y él es internado de gravedad en un hospital quedando en coma.

Al salir del hospital unos meses después recuperado, con el dolor de sentirse culpable por la perdida de su amada esposa. Al llegar a su casa, sus propios hijos lo culpan de todo, recibiendo insultos que nunca deben decirse dentro de la familia.

Sin un lugar fijo donde llegar, dormía en casa de algunos amigos que le ofrecían hospedarlo una noche, hasta que, se acabaron los amigos de ese calibre. Fue allí cuando comenzó a vagar y a dormir de un lugar a otro, y mientras más pasaba el tiempo, más se deprimía y más se abandonaba.

Allí entendí que todos, en algún momento, necesitamos de alguien que nos diga: No todo está perdido mientras estemos vivos.

Cuando lo conocí, tenía como 7 años viviendo en la calle y de la caridad ajena, y secándose la lágrimas de los ojos me dijo: "Hacía mucho que no me comía algo caliente ni me hacían sentir importante".

Yo lo abracé; No me importó el olor ni lo sucio que estaba. Solo sabía que tanto él, como yo, necesitaba un abrazo.

Después de terminar de tomar su jugo, y antes de despedirse, le dije:

— Cada vez que usted pase por este mismo lugar, y me vea aquí sentado, llegue con toda confianza para que volvamos a comer juntos nuevamente.

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Contenido original y totalmente escrito para #steemit por un venezolano en Chile.

¿Quieres saber más de mí? Puedes leer Mi Presentación, Logro 1

_{Todas las imágenes son mías, a menos que indique lo contrario, tomadas con mi teléfono Honor Magic 5 Lite para realizar esta publicación y pueden haber sido editadas con Canva}