¡Hola querida comunidad! Nuestra amiga @paholags nos ha traído un concurso muy creativo y entretenido, se trata sobre recordar esas anécdotas de nuestra niñez que fueron realmente divertidas, así que sin más, les comparto mis recuerdos.

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♥ Desayunos deliciosos ♥

Diría que mi primer recuerdo de los que me causan mucha gracia, va asociado a mis desayunos de la niñez. Soy del estado Lara, en Venezuela y aquí, nos encanta el suero de leche, lo consumimos con una variedad de alimentos, sinceramente, creo que si nos dan la oportunidad, se lo colocaríamos a todo. Cuando era niña, un desayuno bastante común en mi mesa, era la arepa con suero, una mañana, mi papá, al que le causaba mucha gracia lo mucho que me encantaba esta comida, dijo “voy a tenerte que dar un pitillo”, haciendo referencia a que lo comía tanto que si lo bebía directo de la caja con un pitillo sería más fácil.

Yo apenas tenía tres años y medio de edad, por lo que lo tomé literal, al entender que no era en serio y que nadie me daría un pitillo para beberme todo el suero, terminé haciendo un berrinche, yo en verdad quería tomarme todo el contenido con el pitillo (risas).

♥ Cumpleaños feliz ♥

Otro hecho divertido ocurrió en mi cumpleaños número 4, mi mamá contrató a una de sus mejores amigas para hacer de payasita. Ella era una mujer alta y robusta, muy alegre y cariñosa, a mí me caía muy bien, recuerdo que en una ocasión me obsequió un juguete similar a una pecera y me enseñó una canción. El asunto es, que yo le tengo miedo a los payasos, sí, ya se imaginan por dónde va esto (risas), claro, ninguno lo sabíamos, nunca había estado tan cerca de un payaso. Aquella mujer entro al patio desde la puerta de la cocina y caminaba en dirección a mí mientras saludaba alegremente, yo sabía que era ella a pesar de todo el maquillaje, pero aún así sentí mucho miedo, por lo que terminé corriendo al tiempo que gritaba “¡Aaaaaaaahhh!” hasta encerrarme en la cocina.

Pobre Ana (ese es el nombre de la payasita), mi mamá entró a la cocina a explicarme que era Ana, que no tuviera miedo, luego Ana vino y se quitó la nariz de payaso al tiempo que me decía “soy yo” y pues ya me calmé y disfruté mi fiesta (risas).

♥ La pequeña peluquera ♥

Uno de mis mejores recuerdos de la infancia fue jugar a ser una peluquera. Solía jugar con mi papá, él era el cliente y yo la peluquera o mejor dicho, yo interpretaba a “Norma”, ese era el nombre de la peluquera de la familia, una mujer del sector que nos arreglaba el cabello a todos. Mi papá se sentaba en una silla en el patio y yo le mojaba el cabello y se lo peinaba, mientras repetía “estás quedando bien bonito” y básicamente eso era todo lo que hacía, empapar a mi pobre papá que me complacía en todo (risas), pero yo en verdad me sentía peluquera, tanto, que hoy en día, en verdad se cortar cabello, además de que fueron tiempos con mi papá que me acompañarán para siempre.

¡Gracias por leerme!

_{Invito a participar a @vickaboleyn, @sabrip y @marifersalas, la información está acá.}