Amiga @tahispadron, cuando me casé, mi primo el cura que nos casó, nos aconsejó, prudencia y paciencia, paciencia y prudencia, nos lo dijo varias veces.
Nos aconsejó que para discutir hacen falta dos personas y si uno no está, no hay discusión, razón por la cual todos los problemas que originan las discusiones de pareja pueden resolverse.
Hay que se r paciente ante las diversas situaciones que nos ofrece la vida, muchas veces, por adelantarnos o no esperar por la atribulación, tendemos a cometer errores y luego vemos que la respuesta o solución era muy fácil.
Hay que seguir practicando y cultivando la paciencia, pensar, meditar, dejar pasar.
Saludos. SLPS
Un consejo con mucha sabiduría el de su primo, eso es elemental en un matrimonio y cualquier relación, hasta de trabajo, para mantener una buena convivencia.
Gracias por su comentario.
Se le aprecia mucho.