32º Concurso sobre Valores. / Serenidad / Si te hacen enfadar cuenta hasta 10 antes de hablar

A las personas comunes y corrientes se nos hace una tarea difícil mantenernos serenos en determinadas situaciones. Probablemente hay circunstancias que no nos perturban en mayor medida, pero habrá otras en que sentiremos que justo allí nos estamos muriendo. Todo eso varía de persona en persona, de su cultura, de su origen o historia.

En pocas palabras, se nos hace difícil ser lo suficientemente serenos porque la vida misma está conformada por hechos que generan estrés. Por ejemplo, la madre de familia se mortifica por el bienestar de sus hijos, que si ya comieron que si les falta ropa, que si están enfermos, que cómo van en los estudios, que con quien se están juntando, etc.

El comerciante puede que se preocupe demasiado sobre los riesgos de afrontar equis negocios que no le dejan dormir.

De igual manera, una novia puede que esté acusando problemas de ansiedad acerca de los chismes que han llegado a sus oídos acerca de la conducta de su prometido.

Todas las personas de una u otra manera vivimos el día a día en medio de preocupaciones grandes o pequeñas. En vista de eso, lo ideal es enfrentar las causas de esas preocupaciones para que no tomen el control de nuestras vidas.

Se dice que más del 90% de lo que nos preocupa es irrelevante: es decir, se trata de eventos que en su mayoría no llegan a ocurrir. Esto significa que sufrimos más por lo que imaginamos que por la propia realidad.

Muchas veces nos preocupamos por cosas insignificantes. Fuente

Otra cosa que nos suele alterar la cabeza con frecuencia es el pasado, el estar lamentándonos de los errores cometidos. Incluso muchas veces nos aterra imaginar eventos futuros. Debido a eso los expertos recomiendan que vivamos el presente, porque es el único momento que podemos controlar.

Para el caso que atañe a Venezuela, hay veces en que nos sentimos devastados e impotentes ante tanta injusticia, pero hay que considerar que un individuo por sí solo no puede hacer mayor cosa en contra del poder de la fuerza bruta.

No hay que mortificarse con lo que es difícil de cambiar. Todo tiene su tiempo. Fuente_
En definitiva, la serenidad o la paz espiritual nos pueden conllevar a una mayor calidad de vida, pese a todas las adversidades que nos puedan rodear, porque se trata de que nosotros mismos tomemos el control sobre nuestras emociones. No es un asunto tan fácil, pero es cuestión de ponerlo en práctica, sobre todo si buscamos ayuda profesional.

El autor de estas líneas recomienda que para ganar algo de serenidad es bueno practicar algún deporte o por lo menos hacer caminatas diarias. También es positivo observar la naturaleza: Los animales, las plantas, los astros, etc. Y si en algún momento alguna persona te hace enfadar, respira profundo y cuenta hasta diez antes de hablar.

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