Afortunadamente, sí quedan personas decentes en este mundo, lo cual nos llena de esperanzas, y pudo recuperar una cartera que pensó que había perdido. Imagino su agradecimiento a quien se la entregó. Es una persona práctica, según nos dice, e intenta cargar siempre con lo estrictamente necesario. Es cuestión de respeto, por otra parte, evitar registrar carteras ajenas. Ese es un producto muy personal. Me parece bien que si nos encontramos una cartera llena de dinero, debemos buscar a quién pertenece y entregársela. Ahora, si nunca aparece, pensaremos que es algo que nos mandó Dios, como dice la amiga Sol. Muchas gracias por presentar sus consideraciones a este concurso, amiga. Un gran saludo.