Quise tomar este tema para realización de este logro, primero que todo porque sé que hoy en día se ha vuelto un tabú para la sociedad que un hombre pueda sobresaltar el valor de la mujer en un mundo dominado por el hombre, aunque para nadie es un secreto que en las últimas décadas y en pleno siglo XXI la mujer se ha destacado en sobresalir en muchas áreas, y sobre todo en áreas en donde en algún tiempo eran exclusivamente para hombres.

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Esto ha generado en muchas partes críticas y en otra admiración hacia la mujer. En mi opinión personal una admiración enorme hacia lo que ellas han logrado y han desarrollado hacer en estos tiempos. Anteriormente, en la época de mis abuelos y bisabuelos, el trabajo de una mujer se limitaba exclusivamente a la atención del hogar y de sus hijos, pensamiento que era muy respetado en ese tiempo y la sociedad lo adopto como algo “normal y necesario”. Pero hoy en día nos hemos dado cuenta que la mujer posee un gran potencial físico e intelectual que la puede llevar a hacer cosas extraordinarias en cualquier área de nuestras vidas.

Las mujeres son los más maravilloso que Dios nos ha podido dar. Tanto así que son el complemento y la ayuda idónea de Dios para con nosotros. Ellas son valientes, fuertes, inteligentes, eficientes, determinadas, decididas, luchadoras, apasionadas y todo eso sin dejar de ser delicadas, amorosas, femeninas y bellas. Sin mencionar su gran capacidad para amar, negociar, aprender y liderar.

“La mujer posee tantas cualidades como un hombre, se ha comprobado científicamente que la mujer sobrepasa al hombre en ciertas aptitudes tales como: la habilidad para hacer varias cosas a la vez, pone más atención en los detalles, en cuanto al lenguaje escucha con ambos lados del cerebro —mientras el hombre solo con uno—, puede pensar y hablar al mismo tiempo, posee una aguda astucia y una mejor capacidad organizativa.”
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Estas capacidades han sido motivo de elogios, pero también de rechazo por una parte minoritaria de la sociedad. Algunas personas piensan que el género femenino todavía no está en la capacidad de realizar trabajos pesados o que históricamente le competen exclusivamente al género masculino pero ya se ha demostrado que la mujer tiene capacidad para hacer todo tipo de trabajo, aunque el hombre tenga algunas habilidades más desarrolladas, la mujer es integra en varios aspectos, por ejemplo en el ámbito laboral y político la mujer ha demostrado su capacidad y profesionalismo ocupando cargos importantes y de relevancia mundial como la presidencia de un país o la gerencia de grandes empresas a nivel internacional.

Las mujeres están tomando conciencia de la importancia que tiene la búsqueda de la superación personal y preparación educativa, esto sin descuidar su trabajo de tiempo completo que es el de ama de casa, claro esta con ayuda de su esposo o pareja, pero de eso le estare hablando en otro momento.

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En este escrito no quiero hacer caer al lector en el “movimiento feminista” ni mucho menos, el objetivo es concientizar y reconocer el trabajo de la mujer en la sociedad actual, ya que la mujer es el complemento ideal del hombre y juntos pueden lograr muchas cosas apoyándose, en vez de rivalizar y competir sin sentido.

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La conclusión que podemos dar entonces es que el trabajo para la producción económica y el mantenimiento del hogar y los hijos tanto en la mujer como el hombre en la sociedad actual son muy importantes y complementarios en la formación de un hogar, teniendo en cuenta la misma oportunidad de superación laboral e intelectual para ambos y reconociendo a la pareja como ayuda idónea:

“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo!! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto. Eclesiastés 4:9-12