Saludos mis buenos amigos de #steemforbanglandesh, @ripon0630 y el resto de su excelente equipo. Es curioso este desafío y además nos invita a la nostalgia; bueno, por lo menos en mi caso es asi por ello lo deje para ultimo; recurrentemente afirmo que tratare de no aludir mas publicaciones a mi extinto amor para no recordarlo entristecida, pero siempre hay uno que otro que lo trae a colación y aquí estoy nuevamente con mis anécdotas, incluyendo el de este desafío. Me guiare por las interrogantes sugeridas .

Si, rotundamente si. Estaba junto a Oswaldo en la cama de hospital #17 de la unidad de cuidados especiales (UCE), no me separe de el en sus 16 horas de agonía luego que se desplomo a mis pies en casa producto de una aneurisma cerebral (en realidad, antes tampoco nos separábamos); entra en paro, me sacan de la habitación, el medico dice que estan haciendo lo humanamente posible y al par de minutos sale a decirme a mi y su hermana que estaba abrazada a mi en el frio pasillo de hospital:

Si, se había ido para siempre nuestro Oswaldo físicamente ese mayo 2019 y aunque un mundo me dolió y me duele haberlo perdido , no es “ese algo” al que me refiero en esta publicación porque El, es mucho mas que eso. Me refiero a la esclava (pulsera) de plata, regalo de su padre que me entregaron en la morgue cuando esperaba afuera que me entregaran su cuerpo inerte ya preparado para darle su ultimo adiós .

Dicha esclava era una prenda muy importante para el, desde que lo conocí en 2013, nunca lo vi quitársela para nada, era un regalo de su padre quien murió 6 meses antes que el y de la misma patología cerebral hemorrágica y si antes de la muerte del mismo, tenía un gran significado para el, después de su muerte mucho mas, era como tenerlo cerca todo el tiempo y lo mismo comenzó a significar para mi desde el momento que los patólogos me la entregaron en ese espacio de medicina forense .

Por desgracia me quedaba muy grande y decidí colocarla enganchada a su llavero que también conserve con todas sus llaves y una pequeña linterna roja de baterías que fue lo único que me quedo en la mano al partirse su orificio de enganche cuando un dia, un ratero me arrebato un koala (bolso pequeño usado a la cintura) que traía puesto en una cola para comprar alimentos y con el, se llevo la preciada esclava de plata y las llaves colgadas a un tirante del koala y por supuesto, también se llevo una gran parte de mi corazón .

Tristeza, impotencia, ira, desolación; fue como perderlo a el nuevamente, revivir el nefasto momento; en ese instante comprendí porque nunca se quitó su pulsera y luego de la muerte de su padre menos; sentía que con ella, una parte de el seguía allí, físicamente; pues era lo mismo que yo sentía después de su muerte en relación al objeto. Por otro lado, la impotencia y la ira de ver que con que derecho viene otro a arrebatarte lo que te pertenece y no puedes hacer nada.

Si, grite como loca: “un ladrón, auxilio, auxilio, se lleva mi koala” por mi discapacidad en mi pierna no pude correr tras el pero, algunos solidarios que estaban en la cola quisieron atraparlo infructuosamente; un chofer en moto que lo estaba esperando se lo llevo de velocidad. Quizás pensó que se llevaba algo de valor monetario o material en mi bolso, que equivocado estaba; por desgracia para el y para mi; si se llevo algo muy valiosoUn inmenso valor sentimental icono de un amor eterno solo que para el, eso no valía nada y para mi, valía demasiado.

Principalmente, deje de usar koalas en toda mi vida, tampoco cuelgo nada en llaveros ni nada parecido; uso carteras mucho mas seguras y estoy mucho mas pendiente en colas y aglomeraciones de quien se me acerca, aunque por lo general evito las mismas. Aunado a esto, si no es necesario sacar a la calle los objetos de gran significado para mi, mejor los dejo en casa bien guardados y procuro no salir sola en la medida de lo posible .

Es toda mi participación en este fabuloso desafío y extiendo la invitación al (concurso) a la amiga @mayepariata, @lanegra2804 y @marito74 a participar .