Hola Graceleon

Dios reprendió eso de tu cuerpo, me encanta que le dieras la vuelta a la situación y fueras a tratar de despejar tu mente en el parque, era válido llorar, sentir que el mundo se acabaría y que tú hijo se quedaría necesitandote.

Pero eres testimonio de lo maravilloso que es nuestro Dios, de su amor infinito hacia ti, con tu historia nos demuestras que no hay que perder la fe.

Cuando mi primo de tres años fue diagnosticado con cáncer, siempre pensé que mientras tuviera vida teníamos esperanzas, pero lamentablemente no ganó la batalla.

Eres una guerrera y te imagino llorando al ver a tu bebé en la ecografía, que bendición, que alegría, una vida que no se apagó sino que tenía en su otra vida creciendo para alegrar sus vidas.

Te abrazo fuerte, ya ese día terrible quedó atrás.