Según los libros de ciencias El Oxigeno es un elemento químico de número atómico 8 y número de masa (peso atómico) 15,9994 uma, representado por el símbolo O. Medido por su masa, vienen a ser el tercer elemento más abundante del universo, tras el hidrógeno y el helio,​ y el más abundante en la corteza terrestre, ya que forma, prácticamente, la mitad de su masa.

El oxígeno es el elemento más importante para la vida de todo ser vivo, tanto es así que el mismo Dios fue quien lo puso en nosotros , fue su primer regalo como nuestro Padre y creador (Génesis 2:7). Lo que este versículo textualmente quiere decir es que Dios sopló vida dentro de la sustancia (barro), transformándola en un ser vivo, en una "criatura" o un "alma". Toda la vida se originó en Dios, pero la vida humana comenzó con el aliento personal de Dios. Sin Dios, simplemente no viviríamos ni física ni espiritualmente.

Cada organismo o individuo es diferente, y esta afirmación conlleva el hecho de aceptar que algunos de nosotros tienen mayor resistencia que otros y también se cuenta con que hay personas que entrenan y pueden aguantar un poco más sin respirar; sin embargo en la mayoría de nosotros se da el hecho de que el límite de tiempo podemos aguantar sin oxígeno está alrededor de los 2 minutos aunque yo no entro en este lote : )

Cuando una persona no respira, en el caso de haber sufrido un accidente por inmersión, por ejemplo, su cuerpo comienza a sentirlo rápidamente, al entrar en los tres minutos la persona suele desmayarse y al llegar a los 5 el suministro de oxígeno al cerebro comienza a bajar. Cuando el oxígeno baja, puede, con toda seguridad, causar daños cerebrales.

Según Mike Tipton, especialista en entornos externos de la Universidad de Portsmouth, Reino Unido cuando una persona se queda sin oxigeno puede tener todos o la mayoría de estos síntomas: Inquietud, dolores de cabeza, confusión, aumento del ritmo cardíaco, dificultad para respirar, puntas de los dedos azules, pérdida del conocimiento.

De niña, cuando tenía 2 años de edad y a causa de una crisis asmática pude experimentar en carne propia el quedar sin oxígeno, algo que aunque hoy no recuerdo, (Gracias a DIos), sé que papá y mamá si, y lo mantuvieron en su memoria por un largo tiempo. Como resultado de una mala decisión médica médica me administraron una medicina que era para adultos y por la que, un rato después de haber llegado a casa del hospital, me comenzó a faltar el oxígeno hasta que que me quedé sin respirar. En fracciones de segundos-minutos mis ojos quedaron en blanco, mis labios y uñas se tornaron moradas y mi cuerpo quedó desvanecido totalmente. Por misericordia divina y el clamor de mis padres, después de la angustia de haberme visto casi morir. Dios me mandó de vuelta. Cuando volví en mi, la respiración se normalizó y mis signos vitales se restauraron.

Ya para finalizar, la palabra oxígeno también es utilizada cuando queremos expresar, limpieza, descongestionamiento, aligerar lugares externos e internos, como nuestra mente. El oxígeno de nuestra mente son nuestros buenos pensamientos, estos con los que construimos y planificamos para nuestra vida y va a depender de qué la alimentamos. Nuestra mente es parte importante de nuestro ser porque primero imaginamos, pensamos, dibujamos lo que queremos hacer y ser y luego hacemos, y luego somos.

Es necesario entonces mantener todo nuestros templo limpio, oxigenado desde lo físico, lo visible (pulmones y vías respiratorias), hasta lo que no podemos ver pero si nos propone una visión del mundo (nuestra mente)