Aunque no es necesario responder las dos declaraciones, yo como siempre extendie4dome en mis escritos, decidí responder ambas.

¿Qué te hizo reír tanto que tuviste que sujetarte el estómago o secarte las lágrimas?

Es muy difícil elegir un momento en particular que me hiciera reír tanto que me tenga que tomar de la barriga, secarme las lágrimas e inclusive, tener que sentarme para tomar aire y volver a la normalidad.

A pesar de que siempre tengo una cara de seriedad como frente de pantalla, me disfruto mucho de los momentos agradables que me pasan a mi o que surgen alrededor mío.

Una vez estábamos reunidos un grupo de compañero de teatro en la ciudad de Maracay. Entre los que estábamos haciendo grupo, yo compartía con compañeros de la escuela de teatro donde estudiaba, con compañeros del grupo de teatro al cual pertenecía y con compañeros del ambiente teatral de la ciudad.

Bromeamos mientras recordábamos situaciones puntuales que habíamos vividos en alguna presentación teatral o en algún momento parecido al que vivíamos. Es común que los relatos iban acompañados por acciones de las artes escénicas que practicábamos.

Hubo una situación que me produjo mucha gracia y no dejaba de reír. Pero quizás lo que me producía mas gracias no era la anécdota que se contaba, sino la cara de algunos compañeros de clase teatral que nunca me habían visto en la faceta de bromista.

Siempre me tomo con mucha responsabilidad las acciones que considero que ameritan una seriedad. Es por ello que en las diferentes clases de teatro que experimentaba, era muy raro que bromeara. Asumo que es por ello que la cara de sorpresa de mis excompañeros de estudio fuera tan sorprendente.

Esto me causó una gran gracia que detono una risa incontenible que me obligó a sentarme. Reía con más fuerza y descontrol al ver la cara de asombro de mis compañeros. Era algo simbiótico. Mientras mi risa aumentaba, las expresiones de ellos se incrementaban y por lo tanto mi risa se avivaba como cuando le hechas un trozo de leña una fogata.

El clímax de mi sonrisa llegó a un nivel tan alto que comencé a sentir que me faltaba el aire. Algunos compañeros salieron a mi auxilio y trataron de bajar mi intensidad de alegría mientras mi rostro era invadido por lágrimas de felicidad.

Quizás el detonante de esta acción no fuese tan especial, pero en verdad que recuerdo el momento y no puedo dejar de sonreír. Es por ello que siempre he considerado que las primeras impresiones no son siempre definitorias a la hora de juzgar a alguien.

Comparte una broma que le hiciste a alguien que te hace reír incluso ahora que lo recuerdas

En Venezuela, el humor es una de las principales herramientas que nos caracteriza a la hora de hacer una evaluación del tipo de persona que somos. Quizás es la mejor forma que tenemos de afrontar los momentos de dificultades. Aunque muchas veces no nos permite asumir las situaciones de la manera correcta.

Hay una fecha muy especial que hace que el humor venezolano se expresa de manera elevada. El 28 de diciembre se celebra El Día de los Inocentes. En esta fecha todo aquel ser vivo que viva en este país esta propenso a una broma. Algunas pesadas otras inocentes.

Existe en todos los niveles. Desde colocarle sal en vez de azúcar al café, hasta colocar noticias falsas en los periódicos. Nadie deja pasar este día para hacer expresar sus cualidades bromistas.

Hay que tomar en cuenta que la búsqueda de una buena broma que genere un reconocimiento humorístico entre el grupo de amigos o familiares, muchas veces, excede la lógica de la broma y no siempre genera sonrisas agradables.

Dentro de este exceso de humor, un día estando en el centro de copiado que tenía junto a un socio dentro de la universidad de Carabobo, sede Aragua, decidimos hacer una broma a un amigo en común.

Este amigo se vanagloriaba de ser uno de los mejores humoristas del grupo y basado en esto, nos preparamos para pasarle factura por bromas pesadas ejecutadas por este en días anteriores.

La broma no era nada original. La cubeta de agua suspendida acompañada de una cubeta llena de harina de trigo. Todo activado por un dispositivo que se encontraba ajustado en una palanca en una zona específica del local.

Es día había mucha actividad dentro del negocio. Este hecho facilitaba el plan que habíamos cuadrado. Lamentablemente a la hora de pedirle a bromista que moviera ciertas cosas que se encontraba en el sitio especifico donde se activaría el dispositivo de humor, este estaba imposibilitado en ejecutar la orden por lo concurrido del local.

Una profesora joven, amiga de nosotros y que se encontraba en el lugar, sintió que ella podía ser la sustituta del bromista en la acción que le pedíamos a este y a pesar de la advertencia que fritamos a todo pulmón, acciono la broma pesada.

Agua y harina fueron vertidos sobre la humanidad de la mujer, quedando empapada con una mezcla pastosa de color blanco. Un silencio incomodo domino el ambiente. Queríamos reír, pero el asunto se mostraba algo tenso ya que el objeto de la broma no era el planeado.

Dos frases rompieron el hielo de la situación.

La primera la emitió el bromista que era el punto de mira de la broma.

• Chamo, de la que me salve.

Seguida de la que emitió la profesora:

• Definitivamente, hoy es el día de los inocentes.

Fui el primero que salió en auxilio de la víctima. Sinceramente no encontraba en donde meterme. La pena tomo la batuta de la situación. No encontraba palabras para disculparme. La broma funciono, pero no en el objetivo que se había determinado.

Claro que hubo risas de muchas personas. Algunas con pena o con un respecto hacia la profesora, otros estaban tan asombrados de la situación como lo estábamos nosotros.

Dentro de todo, gracias a la providencia, la profesora era joven. Al punto de que fue cliente de nosotros como estudiante en la universidad. Este hecho hizo que la situación no se tornara grave para nosotros.

Claro que pagamos las consecuencias y que la joven mujer no estaba contenta con la situación. Sin embargo, no lo tomo del todo mal y luego de que la razón volviera y desplazara la molestia que sentía por la broma pesada, solo nos tocó sustituir la vestimenta por una nueva.

Al final, los bromistas fueron las víctimas. Los días siguiente, como es lógico, el tema de conversación era la situación que se presentó ese día. La profesora retorno al local, claro siempre recalcándonos el hecho de que había que entrar con mucha previsión al mismo.

Nunca se dejó de hablar del tema en su totalidad y claro que al poco tiempo siempre se recorvaba la acción con mucho humor, hasta por parte de la víctima fortuita. De hecho, escribiendo esta anécdota todavía me sonrió, aunque con algo de pena.

Hasta aquí esta publicación que pretende participar en el concurso. Espero que la misma sea del agrado de quienes la lean.

Antes de despedirme quiero invitar a @josevas217, @vivigibelis y a @adriancabrera para que se unan a esta iniciativa.

Emoji creado en Bitmoji. Diagramación de mi autoría

Si quieres conocerme un poco más visita mi publicación de presentación en Steem atreves de este enlace